Las clases bajo el paraguas: las goteras inundan las aulas de un colegio de Jaén

EDUCACIÓN

Los alumnos y profesores del centro denuncian mediante la publicación de un vídeo en redes el estado lamentable con el que tienen que acudir a la escuela al ritmo de 'Singin' in the rain'

Los alumnos de un colegio de Jaén cocinan junto con los estrellas Michelin para luchar contra el cáncer infantil

Los alumnos asisten a clase bajo el paraguas.
Los alumnos asisten a clase bajo el paraguas.

Jaén/Con un humor que roza la ironía expresan su malestar los alumnos y profesores del colegio Agustín Serrano de Haro en la capital jiennense. A través de un vídeo difundido por las redes sociales denuncian la ingente cantidad de goteras y charcos que afectan a una buena parte de sus aulas estos días como consecuencia de las continuas lluvias. En el mismo, los menores asisten a sus clases con el paraguas desde sus pupitres al tiempo que suena Gene Kelly y su popular 'Singin' in the rain'.

No es, de hecho, la primera vez que ocurre esta misma situación en el centro. Ya el pasado mes de enero la asociación de madres y padres calificaba de "vergonzosa" la manera en la que sus hijos tenían que acudir a clase a diario, con todo el mobiliario afectado por la humedad. Como consecuencia, el Consistorio anunciaba entonces un contrato de emergencia para mejorar y cambiar la cubierta del colegio con el fin de evitar nuevas filtraciones.

De una u otra manera, las fuertes precipitaciones registradas en la última semana continúan afectando al edificio y toman presencia incluso en el interior de las aulas, donde los profesores han optado por colocar papeleras y otros recipientes donde recoger el agua que mana de las goteras. Ante la rapidez con la que el mencionado vídeo ha circulado por las redes, desde el centro aseguran que ya se están tomando medidas para tratar de subsanar este problema.

Desde Jaén Hoy hemos tratado de ponernos en contacto con el Ampa del Serrano de Haro para conocer su impresión al respecto. Sin embargo, los padres de los alumnos prefieren no pronunciarse de momento hasta que se aseguren de que estas supuestas soluciones lleguen pronto a término. La realidad es que esta situación viene repitiéndose en los últimos cinco años, por lo que la desesperación de un lado y de otro es sobresaliente.

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