"Ese bocadillo no sirve ni para andar cinco minutos por el monte": los bomberos de Jaén denuncian el avituallamiento

PLAN INFOCA

Desde el sindicato AMAya aseguran que la comida recibida durante sus intervenciones no cubre el aporte calórico necesario para enfrentarse a un incendio

La polémica llega hasta el Parlamento de Andalucía sin una aclaración por parte de la consejería de Presidencia e Interior

Bomberos de Jaén se unen al incendio forestal de la base militar de Córdoba

Bocadillos ofrecidos a los agentes del Plan Infoca durante la extinción de incendios.
Bocadillos ofrecidos a los agentes del Plan Infoca durante la extinción de incendios. / Carlos Sández

Las olas de calor del verano y el continuo riesgo extremo de incendios ponen cada año en juego las vidas de nuestros bomberos forestales, que se enfrentan a unas condiciones realmente difíciles de digerir. Casi podría parecer un chiste inoportuno, pero la realidad es que sus estómagos tampoco son capaces de hacer una buena digestión ante el avituallamiento recibido la pasada semana durante la extinción del incendio declarado en Obejo (Córdoba). Un fuego en el que participó una Unidad del Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Andalucía (Infoca) de Jaén, que se incorporó a las labores de extinción del incendio forestal declarado en la base militar de Cerro Muriano y que penetró en el campo de tiro y en varios parajes de la zona.

“Es una porquería de menú, dicho en términos coloquiales”, sentencia Cristóbal Lendínez. Como secretario general de la sección sindical Cgt en la Agencia de Medio Ambiente y Agua (AMAyA) asegura que este aporte nutricional es prácticamente absurdo para el desgaste calórico que asumen los bomberos forestales en cada actuación. “Ese bocadillo no sirve ni para andar cinco minutos por el monte”. 

Sobre una baguette de apenas 30 centímetros se disponían entre tres y cinco lonchas de mortadela. “Cuando uno va a trabajar a unas temperaturas altísimas con tanto nivel de sudoración y tal necesita un menú que le haga recuperarse”, manifiesta. Las fotografías de los mencionados bocadillos no han tardado en trascender las redes sociales y llegar hasta las voces del Parlamento andaluz.

Mercedes Barranco, ambientóloga y ex-parlamentaria andaluza por Jaén en Sumar, reivindica estos días en sus redes sociales la problemática ocurrida en este incendio. “Es un despropósito que durante tres días seguidos se les haya dado alimentación por debajo del consumo calórico necesario”, apunta. De hecho, el gasto promedio de un bombero se sitúa entre 2.000 y 6.000 kilocalorías al día. 

“El primer día nos pareció algo puntual, pero ha persistido sin ninguna aclaración por parte del consejero, incluso poniendo en duda las imágenes”. Ante esta situación, la parlamentaria jiennense señalaba los golpes de calor sufridos en el incendio de Pinos Puente. “No asumen responsabilidades, sino que intentan evadirlas”. 

Un problema habitual en cada campaña

Tal y como apunta el secretario general de AMAyA en Jaén, existe un protocolo de alimentación para que a las dos o tres horas estos profesionales reciban agua y a la cuarta o quinta, alimento sólido. Sin embargo, esta cuestión es recurrente desde que se planteó el Plan Infoca en el año 93. “Vamos a dejarnos la piel y, a veces, la vida, y el avituallamiento no es el que debe de ser en cada campaña”, reclama Lendínez.

Bomberos del Plan Infoca en un descanso tras controlar uno de los focos del fuego.
Bomberos del Plan Infoca en un descanso tras controlar uno de los focos del fuego.

En este dilema entra en juego también una diferenciación de trato en las distintas provincias de la comunidad andaluza. “Como actuamos a nivel andaluz podemos ir a provincias como Cádiz o Granada, donde, aunque no es excelente el menú, sí que cambia; mientras que en Córdoba o Málaga lo que se da es irrisorio”.

En la mayoría de ocasiones es un catering el que intermedia en la alimentación, si bien otras provincias como Jaén disponen directamente de restaurantes y tiendas habilitadas para ello. “Si suponemos que el presupuesto debe ser igual en las ocho provincias, entonces por qué ocurren estas diferencias por mala planificación”.

Con esta tesitura Lendínez alude al trabajo realizado por la Universidad de Granada para determinar qué tipo de pruebas serían las más completas para ver si un individuo era competente a la hora de enfrentarse a un incendio. “Es preceptivo que la Junta encargue también a un organismo competente un estudio serio sobre lo que verdaderamente se necesita como menú ante una actuación así”.

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