Las bandas denuncian el veto sufrido este Martes Santo en la Catedral: "Faltó sentido común"

COFRADÍAS

Los músicos sostienen que el Cabildo catedralicio les negó la entrada al templo mayor de la Diócesis a pesar de la lluvia, por lo que tuvieron que buscar refugio fuera

La lluvia rompe los esquemas del Martes Santo, en vídeo

La temida lluvia impide el desarrollo normal de este Martes Santo
La cofradía de la Clemencia de regreso a su barrio tras buscar refugio en la Catedral. / Esther Garrido

Jaén/La tarde del Martes Santo estuvo marcada por las luces y sombras de una jornada de difícil gestión. La llegada a Carrera Oficial tanto del Divino Maestro como de la Clemencia se producía en un momento de caos generalizado ante la aparición repentina de un chubasco. La apertura de los paraguas entre el público rápidamente hacía tomar una decisión acelerada para buscar refugio en el único lugar con posibilidades para ello: la Santa Iglesia Catedral. Poco tardó en ascender la calle Campanas el paso de misterio del lavatorio ante una muchedumbre expectante por conocer el más mínimo movimiento de su cruz de guía.

Más complicado lo tuvo el palio de la Virgen del Amor, que se estrenaba bajo una cortina de agua incesante y terminaba buscando cobijo en el templo metropolitano. El largo cortejo de más de 400 nazarenos de este colegio cofrade se concentraba en su interior pasadas las ocho menos cuarto de la tarde. La anécdota, por tanto, ocurría cuando los miembros de las formaciones musicales encontraban una negativa a la hora de acceder a la Catedral para salvaguardar sus instrumentos.

Obligados a persistir en su recorrido, los hermanos del Divino Maestro aprovechaban un claro minutos después para proseguir su camino hasta La Alcantarilla con la mala fortuna de encontrar un nuevo chubasco en plena calle Almenas. Seguidamente, ocurría algo parecido con la cofradía de la Clemencia, que aun con la dirección tomada ya hacia la calle Maestra tenían que dar un giro de 180º ante la magnitud de la lluvia. Ni los plásticos colocados sobre sus tres pasos lograban calmar el ánimo entre los presentes.

Prohibido el paso

El veto a los músicos se repetía nuevamente en este caso. Motivados por este impedimento, no eran pocos los miembros de las tres bandas acompañantes de la Clemencia que pedían internarse en el templo junto con el resto del cortejo. La formación 'Pedro Morales' de Lopera, que ponía los sones tras el palio de la Virgen del Mayor Dolor, compartía anoche un comunicado donde expresaban su profundo malestar ante lo vivido.

"Este rechazo (...) resulta especialmente doloroso al considerar la importancia fundamental de la música en el cortejo procesional", señalaban. "La negativa contrasta con el espíritu de acogida cristiana y el valor de su música en las celebraciones". Con estas palabras reiteraban, además, la necesidad de realizar una profunda reflexión por parte del Cabildo catedralicio. "Llegamos ya lloviendo y justo tras tocar el himno nacional se nos pusieron varias personas delante para impedirnos el paso", cuenta uno de los miembros de la banda loperana.

A pesar del diluvio que caía a esa hora por el entorno de la plaza de Santa María, los músicos aseguran sentirse discriminados en una falta de sentido común por parte de la organización. "Sabemos que hay una ley que prohíbe la interpretación de las bandas dentro de determinados templos, pero las leyes están para flexibilizarse en casos como este". También el propio Consejo de Bandas de Jaén lamentaba lo sucedido en una publicación que se ha convertido en objeto de debate durante las últimas horas.

Este organismo que representa a las formaciones musicales de la ciudad denuncia una "falta de caridad y consideración" a sus miembros. "Deben considerar a los músicos participantes de segundo nivel", expresan. En este mismo escrito hacen hincapié en el valor económico y patrimonial de sus instrumentos y uniformes, además de la propia salud de los integrantes de cada banda. No obstante, tanto de un lado como de otro agradecen la colaboración de hermandades como la Buena Muerte o la Estrella, que cedieron inmediatamente sus locales a los afectados para cobijarse del temporal.

En este sentido, la propia Agrupación de Cofradías reiteraba el compromiso de la Buena Muerte "por el trato dispensado a las cofradías que buscaron refugio en la Santa Iglesia Catedral, atendiendo a sus hermanos y mostrando en todo momento su disposición ante las necesidades que pudieran tener". Se iniciaba así un debate en torno a la gestión correspondiente al templo mayor de la Diócesis, un lugar que aunque es sede canónica de una hermandad, según expresan numerosos jiennenses, "es también la casa de Dios y, por consiguiente, de todos los cristianos".

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