La ampliación del cementerio de San Fernando de Jaén, que se encuentra al límite, estará lista en dos meses
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El campo santo de la capital jiennense se encuentra con apenas espacio disponible para el enterramiento
Este nuevo espacio contará con 240 nichos y 144 columbarios y una zona ajardinada
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Jaén/Hay un solo lugar donde al cruzar la puerta el silencio cae a plomo, la calma reina el espacio y las flores acompañan en el recorrido. El cementerio es ese sitio donde descansa el cariño por los seres queridos y también el destino final de todos. Un lugar que no se puede quedar sin plazas porque es ley de vida. Y el cementerio de San Fernando de Jaén apenas tiene ya nichos disponibles.
Por eso, el pasado mes de junio el Ayuntamiento jiennense anunció unas obras de urgencia. "De media se muere en Jaén al día una persona y media", afirma el concejal de Conservación e Infraestructuras Municipales, Cementerios y Seguridad Ciudadana, Antonio Losa. Por ello, se está acometiendo una ampliación con 240 nichos y 144 columbarios.
Junto al estadio de La Victoria, al atravesar la doble puerta que separa el parking del campo santo, el único ruido que rompe el silencio es el sonido de la excavadora, la hormigonera y la pala. Atravesando en dirección recta el camino que separa unas tumbas y otras, se encuentra el terreno de unos 750 metros cuadrados donde trabajan a destajo los albañiles. "Ahora mismo las obras están en el ecuador por lo que en cuestión de dos meses estará finalizada", confirma a este periódico Losa.
Así, el compromiso es que para antes del Día de los Santos el cementerio de San Fernando quede adecentado y con los nuevos nichos y columbarios disponibles. El edil expresó que es preciso actuar con la mayor celeridad posible para la disposición de nuevas unidades de enterramiento, "puesto que se encuentra próxima la colmatación de los nichos disponibles" en el camposanto.
Para la construcción, al encontrarse edificada toda la superficie del recinto actual, es necesaria su ampliación hacia el norte en terrenos de propiedad municipal destinados a este uso tuvieron que ser urbanizados, ya que albergaban olivar. De este modo, la primera fase de las obras consistió en un destierro de 3.000 metros cuadrados de tierras para alcanzar la cota del nivel de la calle actual del cementerio, ya que la zona de actuación constituye un promontorio que forzosamente tuvo que rebajarse.
"De estas tierras se recuperarán para su uso, las aprovechables como tierra vegetal, según dispongan los servicios de medio ambiente municipales y, el resto, se trasladará a un vertedero autorizado", comenta.
Disposición en forma de cruz
El ámbito de intervención es de 730 metros cuadrados y se construirán 240 nichos y 144 columbarios divididos en cuatro módulos en forma de cruz y contará con una zona ajardinada central para que se pueda aprovechar si se desea como panteón. También se ejecutarán las obras de red de saneamiento para conectar a la red existente, que se sitúa a unos 50 metros del extremo de la zona de actuación.
"El método constructivo es muy sencillo y rápido de ejecutar, con muros de ladrillo de un pie de espesor, como se ha realizado en las últimas unidades construidas, con cimentación con losa de hormigón armado sobre una capa de zahorra artificial compactada. Un método que no ha originado ningún problema en la fases anteriores y que es el más recomendable", señaló. "El ladrillo visto es como el resto de módulos para hacerlo acorde al resto", añade Losa.
La inversión de la obra es de 380.000 euros más IVA con fondos íntegros del Ayuntamiento. El concejal añade que la pavimentación del perímetro de los nichos, de 510 metros cuadrados, se llevará a cabo con adoquín de hormigón gris para evitar que sea resbaladiza, incluso mojada".
"Se espera que con estas obras haya unidades de enterramiento disponibles durante casi dos años", apunta el responsable de Conservación, Infraestructuras Municipales y Cementerios.
Sin futura intervención en San Eufrasio
El cementerio de San Eufrasio, también conocido como cementerio Viejo de la capital jiennense y obra del arquitecto Manuel López de Lara, se edificó en 1829. Fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 2011, siete años después, en mayo, Hispania Nostra lo incluyó en su Lista Roja por peligro de pérdida de bien cultural tanto físico como inmaterial. Actualmente se califica su estado de conservación de abandono.
Tanto es así que se encuentra cerrado a visitas, donde aún permanecen muchos difuntos de familias jiennenses así como víctimas de la represión de la dictadura franquista. Sin embargo, tal y como confirma Losa a este medio, no hay un plan de arreglo. "El Ayuntamiento no tiene capacidad para este arreglo, se necesitan fondos externos"."En lo que sí va haber intervención a través de la Memoria Histórica para la exhumación de cuerpos con una subvención del Gobierno central", añade.
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