Un amor prohibido desata la guerra entre los clanes de Linares

Sucesos

Los enfrentamientos entre Bolines y Cartagineses han acabado con una detención y un destierro

Bolines y Cartagineses: tres tiroteos en Linares en tres días

Plaza en la que tuvo lugar uno de los tiroteos.
Plaza en la que tuvo lugar uno de los tiroteos.

Jaén/Algunos de los vecinos de la zona de Los Arrayanes de Linares describen la situación actual en el barrio como de “calma tensa”. No quieren que sus nombres se reflejen en este artículo pero sí que especifican que “el Madroñal es una cosa y los Arrayanes otra”. Matizan hastiados de la mala fama que tiene su barrio y que se ha visto incrementada en la última semana con un enfrentamiento entre dos clanes del camino del Madroñal.

Un enfrentamiento que ha dejado tres tiroteos en tres días, un detenido y un destierro por los mismos clanes implicados y, según ha podido saber Jaén Hoy, todo debido a un amor prohibido entre miembros de los Bolines y los Cartagineses. Un chico de los primeros habría mantenido algún tipo de relación con una joven de los segundos, que se tomaron esto como una ofensa personal, llegando a haber un choque entre los líderes de ambos clanes: A. U. R. y J. J. B., respectivamente.

Fue en la noche del miércoles 18 al jueves 19 de septiembre cuando tuvo lugar el primer enfrentamiento entre ambas familias, en el que los vecinos ya escucharon el crepitar de los disparos. La tensión fue en aumento y el jueves por la tarde, alrededor de las 19:00 comenzaron a llegar al servicio de emergencias del 112 las llamadas que alertaban de que estaba habiendo una pelea multitudinaria (hasta 40 personas participaron en la misma).

Esta vez sí hubo consecuencias pues la Policía Nacional llegó a detener a una persona, un varón que portaba un rifle de calibre 22 y que, fuentes cercanas al caso afirman que es uno de los hermanos del capo del clan de los Bolines. Uno que además, según apuntan estas mismas fuentes, ha sido desterrado por las dos familias de la ciudad para evitar que la guerra entre ambas siguiese escalando, aunque hubo un tercer episodio violento.

Fue cuando el jueves llegaba a su mediodía y a escasos metros del camino del Madroñal, en la plaza José Zorrilla. Un vehículo pasó junto a una vivienda en la que los agentes de la Policía Nacional, que acudieron de nuevo alertados por las llamadas de los vecinos, encontraron varios agujeros de bala.

Las investigaciones policiales siguen su curso y en las intervenciones se han encontrado “pistolas, escopetas y rifles”, armas que hablan de peligrosidad que entrañan estos dos clanes que han protagonizado tres días de violencia en las calles de Linares. Ahora en el Madroñal reina la calma, parece que se ha llegado a una solución diplomática, aunque los vecinos de Los Arrayanes creen que es “cuestión de tiempo”, que este tipo de enfrentamientos vuelvan a repetirse.

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