Alcalá la Real pedirá que Charilla sea reconocida como Zona de Catástrofe Pública

Las imágenes hablan por sí solas. Este pasado sábado, mediada la tarde, se abrió el cielo sobre la Sierra Sur de Jaén y una tormenta descargó con una intensidad que fue brutal en los alrededores de Alcalá la Real. Concretamente fue en Charilla, una aldea en la que viven algo menos de 400 vecinos y sobre la que cayeron más de 120 litros de agua por metro cuadrado en apenas dos horas.

La riada fue inmensa y se llevó a su paso huertos, árboles, caminos rurales e incluso el asfalto de carreteras secundarias. Unos daños importantes a los que hay que sumar los que hubo, aunque “menores”, en la propia aldea y en otras zonas limítrofes también pertenecientes al término municipal de Alcalá la Real. “Los daños son cuantiosos”, explica para Jaén Hoy el alcalde alcalaíno, Marino Aguilera. “Los datos oficiales que tenemos confirman que se recogieron más de 100 litros en varias estaciones del municipio”, ratifica sobre lo que los vecinos de la zona han contado a esta redacción.

Es por eso que desde el Ayuntamiento se ha decidido recurrir a una figura de asistencia que ofrece la Junta de Andalucía: la Zona de Catástrofe Pública. “Aportaremos los datos de la tormenta y también un informe que tienen que realizar los técnicos del área de Agricultura, sobre caminos rurales y cultivos; y los del área de Obras sobre las carreteras que se han visto afectadas. Lo bueno, dentro de lo malo de la situación, es que el olivar no se ha visto afectado, pero de los cerezos, que son un complemento de renta en esta zona, sí se ha llevado toda la cosecha completa. También se ha cargado la hortaliza y el asfalto de muchas zonas y a nivel de Ayuntamiento vamos a tener que contratar mucha mano de obra y adquirir materiales para reasfaltar”, detalla al alcalde sobre la que es la situación exacta en la que ha quedado la zona de Charilla y alrededores.

Hay que entender que por esta aldea transcurre varias vías agrícolas que conectan poblaciones limítrofes como Santa Ana o Castillo de Locubín, además del acceso que desde ellas se tienen a numerosas explotaciones agrícolas a las que entrar en estos momentos es una tarea más que complicada. No es un proceso nuevo para Alcalá la Real pues ya en 2019 accedió a estas ayudas autonómicas después de otra tormenta de importancia y el año pasado, cuando la acumulación de fluoruros en el agua de Ermita Nueva llegó a máximos, también se recibió una ayuda de 100.000 euros a través de esta vía de emergencia para sufragar parte de los gastos de la planta de tratamiento y filtración de agua.