El acueducto romano de Jaén que visitó la reina Isabel II y destruyó el boom inmobiliario

En 1976 la ciudad de Jaén perdió el que sin duda hoy habría sido uno de sus grandes atractivos turísticos. La voracidad inmobiliaria del momento y la ausencia de legislación protectora permitieron que se demoliese por completo un patrimonio histórico y cultural de un valor incalculable, pues durante cerca de 2.000 años presenció la evolución de la ciudad de lo que hoy se conoce como el barrio de La Alcantarilla.

Hablamos del extinto Acueducto del Carmen, una infraestructura hidráulica romana que llevaba el agua desde la vega jiennense al barrio de San Ildefonso. Las aguas que recogía provenían del Raudal de Santa María, directas desde el Puente de Santa Ana, y desde allí a las fuentes de gran parte de la ciudad. Con el paso de los años perdió su utilidad pero sus dieciséis arcos de medio punto construidos en piedra y ladrillo se mantuvieron firmes, quedando ubicados en la parte trasera, el huerto, del convento de San José, que se fundó en el año 1588 en la Senda de los Huertos.

Los restos del acueducto fueron espectadores privilegiados de la visita que la reina Isabel II hizo a la ciudad en el año 1862, pues se alojó en el palacio del conde de Humanes, Rodrigo de Aranda, que desde 1837 era el propietario de las antiguas instalaciones del convento. Según explican los compañeros de Red Jaén, de aquella visita quedó reflejada una anécdota en el cancionero popular jiennense, una de cuyas estrofas dice así:

“... La mujer de Juan del Hacha a la reina le llevó una mantilla encarnada, pero la bandeja ¡no!...”.

“Y es que cuentan que la tarde anterior del 8 de octubre de 1862, en la recepción que dio la Reina, la mujer de un vecino de Jaén, Juan del Hacha, regaló a la Soberana una mantilla que ella personalmente había realizad, la cual le presentó en una bandeja de plata. La Reina elogió la labor y recogió la mantilla en la bandeja para entregársela a un ujier. La mujer no pudo contenerse y exclamó: “¡No! ¡La bandeja no!”. Lo que causó grandes carcajadas entre los asistentes”, cuentan desde Red Jaén.

Fue cine de verano

El acueducto romano no dejó de servir a la ciudad de Jaén hasta su destrucción pues, como recuerdan los compañeros de Jaén Retro 80-90, “un siglo después, los cuatro hermanos Ramírez de Torres de la empresa Norysur, decidieron ubicar allí su cine de verano ‘Jardín Cinema’, que se inauguró un 29 de junio de 1962 con el estreno de la película ‘Canción de Cuna’, proyectando numerosas películas hasta su definitivo cierre en 1973”.

Y tres años más tarde llegó su fin, la avenida de los Escuderos se convirtió para las empresas y las instituciones en una zona a urbanizar a marchas forzadas y poco importó que para construir los bloques de pisos se privase a decenas de generaciones posteriores de disfrutar de una de las maravillas de Jaén. Una que sólo se conserva gracias a los pocos testimonios gráficos que quedan y al empeño que ponen en mantener viva la historia de su ciudad jiennenses de pro como los de Red Jaén y Jaén Retro 80-90.