Juicio por una puñalada mortal entre olivos: ¿homicidio o legítima defensa?

Tribunales

Un jurado popular decidirá si se exculpa o se condena a Francisco Javier P. S. por la muerte de Youssef El Gartit en 2021

La Fiscalía y el abogado defensor piden su absolución y la acusación particular, doce años y medio de cárcel

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Entrada a la Audiencia Provincial de Jaén. / Europa Press

A partir del próximo 20 de noviembre, en la Audiencia Provincial de Jaén, un jurado popular tendrá que decidir si Francisco Javier P. S., joven jiennense de 25 años, mató de un navajazo a Youssef El Gartit en noviembre de 2021 de forma deliberada o en legítima defensa. Esto último es lo que piensan tanto la Fiscalía como el abogado defensor del acusado, que solicitan su absolución. Si el juicio va a celebrarse es porque la acusación particular, ejercida por la viuda y el hermano del fallecido, pide que se le condene a doce años y medio de cárcel por un delito de homicidio.

La del 30 de noviembre de 2021 era una mañana más de campaña aceitunera en el cortijo El Brujuelo, dentro de la finca El Coronao, una amplia extensión fecunda de olivos a las afueras del término municipal de la capital, junto a la carretera de Torrequebradilla y rayana en el pueblo homónimo que forma parte de Villatorres. En la cuadrilla trabajaban temporeros fijos cada campaña desde hacía varios años, como Youssef El Gartit, y tres que se habían incorporado el día anterior, entre los que estaba Francisco Javier P. S. Durante el vareo surgió un pequeño pique entre los españoles y los marroquíes. Que si yo te tiro una aceituna. Que si yo te tiro otra con un poco más de fuerza. Nimiedades rodeadas de varas, sopladoras, lienzos y espuertas.

Según relata el Ministerio Fiscal en su solicitud de apertura de juicio oral, a la que ha tenido acceso Jaén Hoy, Youssef y otro compatriota se retiraron sobre las 13:30 para comer dentro del cortijo. El resto de la cuadrilla se quedó junto a los olivos. Allí, uno de los marroquíes reprochó a Francisco Javier que le hubiera acertado con una de las aceitunas que hacía un rato se habían estado lanzando mientras trabajaban. Ambos discutieron. Francisco Javier le propinó un puñetazo al otro jornalero y este, enfadado, le sacó una navaja y le advirtió: “Esto no va a quedar así”.

Una muerte en medio del mar de olivos

Cuando el temporero contó a Youssef y al otro compatriota lo que acababa de ocurrir, ambos “se montaron en un quad y fueron a elevada velocidad hacia donde estaban el acusado [Francisco Javier] y los demás jornaleros sentados y comiendo, para pedir explicaciones de la agresión a su amigo”. La Fiscalía resalta que los tres iban armados: Youssef con “un cuchillo jamonero” y los otros dos, con sendos palos. Francisco Javier los vio llegar mientras sostenía en su mano la navaja que había llevado para el almuerzo.

De acuerdo siempre a la versión de los hechos expuesta por el Ministerio Fiscal, “Youssef propinó un primer golpe al acusado, quien se vio en la necesidad de repeler la agresión levantando un brazo contra el que impacto el cuchillo, llegando a romperse la hoja del mismo”. Tras ello, y “con la única intención de defenderse […], le clavó la navaja a Youssef”. Fue una única herida en el pecho, muy cerca del corazón, de unos dos centímetros de longitud.

Aunque Youssef salió a correr tras Francisco Javier, no tardó en caer al suelo inconsciente. Los responsables de la finca, alertados por el resto de temporeros, solicitaron la asistencia del 112. Pero la ambulancia no terminaba de llegar, así que uno de los compañeros metió al herido en su coche y condujo hacia el Hospital Neurotraumatológico de Jaén. Fue en vano: Youssef se desangró por el camino e ingresó en el hospital ya cadáver.

Francisco Javier y los otros dos jornaleros a los que, como a él, habían contratado el día previo, pusieron pies en polvorosa. No obstante, las autoridades no tardaron en identificar al primero, y fue él mismo, por su propio pie, quien acudió a la Comandancia de la Guardia Civil para entregarse.

De la prisión a la libertad provisional

El entonces detenido prestó declaración en el Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén el 2 de diciembre, a última hora de una fría y lluviosa mañana. Alegó que había actuado en legítima defensa y su abogado, Francisco Gárate Cámara, pidió para él la libertad provisional, pero el juez atendió la petición de la Fiscalía y de la acusación particular y lo mando a prisión preventiva. En el auto judicial de aquel día, al que también ha accedido este medio, el magistrado remarcó que la puñalada “fue única y lanzada justo al tórax, es decir, con aparente y evidente intención de causar la muerte”.

Sin embargo, la Fiscalía acabó sumándose a la solicitud de la defensa y, algo más de dos semanas después, el 22 de diciembre, el juez concedió la libertad provisional a Francisco Javier al considerar que sí que existía “una posibilidad real de legítima defensa” porque la puñalada mortal fue fruto de un ataque previo con arma blanca.

Cabe recordar que el Código Penal establece, en su artículo 20.4, que para que quede probada la legítima defensa han de darse tres requisitos: ser víctima de una “agresión ilegítima”, que el medio empleado para defenderse sea proporcional a dicha agresión y que no haya habido una provocación previa al agresor. Es lo que sigue defendiendo el Ministerio Fiscal en su solicitud de apertura de juicio oral: aunque reconoce que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio, afirma que el acusado está exento de responsabilidad criminal.

La acusación particular, sin embargo, y como se ha apuntado al principio, pide doce años y seis meses de prisión para Francisco Javier P. S. por el delito de homicidio, además de otros diez años de libertad vigilada tras la condena penitenciaria. También exige que se le prohíba residir en la misma ciudad en la que viva la viuda de Youssef, sus hermanos y su madre durante esos diez años. Además, solicita que, en concepto de responsabilidad civil, indemnice a la viuda y al hijo fruto del matrimonio, menor de edad, con 200.000 euros; a cada uno de los hermanos de Youssef con 100.000 euros y a la madre, con 150.000 euros. En su calificación, el abogado, Manuel Gutiérrez Collado, destaca que los forenses catalogaron la muerte de Youssef como “violenta y homicida”, y añade que el acusado fue examinado por dos medios forenses que descartaron “la existencia de signos de violencia o defensa”.

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