La Fiscalía acusa de homicidio a dos hermanos por matar a navajazos a su cuñada en Arjona

Tribunales

Lucía Aranega fue la única víctima mortal de una pelea en mayo de 2022 fruto del agravamiento de rencillas familiares

Un jurado popular decidirá en julio en la Audiencia Provincial si Anastasio y Nicolás C. G. son culpables de homicidio o de asesinato o si han de ser absueltos

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Sede de la Audiencia Provincial de Jaén
La víctima, Lucía Aranega Ruiz, y la Audiencia Provincial de Jaén, donde se juzgará a sus cuñados por homicidio o asesinato. / Europa Press

El banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Jaén espera, dentro de cerca de seis meses, a dos hermanos naturales de Arjona: Nicolás C. G., de 41 años, y Anastasio C. G., de 33. Ambos llevan en prisión preventiva desde el 26 de mayo de 2022. La Fiscalía acusa al primero de homicidio y al segundo de homicidio en grado de tentativa por, presuntamente, haber acuchillado hasta la muerte a su cuñada, Lucía Aranega, que estaba casada con un hermano de ambos, Miguel. El pasado 21 de noviembre, el Juzgado de Instrucción número 1 de Andújar acordó la apertura de juicio oral y, ahora, la Audiencia jiennense le ha puesto fecha: un jurado popular decidirá si los dos detenidos son o no culpables de homicidio o asesinato entre los próximos 1 y 5 de julio.

Para conocer los hechos hay que retrotraerse al 23 de mayo de 2022. Lucía vivía con su marido y sus hijos, menores de edad, en la calle Arrabal de San Martín, una zona a las afueras de Arjona silenciosa y apenas transitada. El típico lugar en el que nadie se fija. El típico lugar en el que nunca pasa nada. Muy cerca de Lucía y Miguel vivían la hermana de ella, María del Mar, su esposo, Antonio, y sus hijas, también menores. Aquella noche, Lucía estaba en casa de su hermana, charlando con ella y con Antonio.

De acuerdo al relato del Ministerio Público, tal y como consta en el auto de la Audiencia al que ha tenido acceso Jaén Hoy, Anastasio -al que llaman el Nasty- y Nicolás llegaron al Arrabal San Martín en una furgoneta minutos antes de la medianoche. Junto a ellos iba un hijo de Nicolás, Miguel, menor de edad como sus primos. La relación entre María del Mar y Lucía y la familia política de esta última no era la mejor. Todo lo contrario. En primer lugar, según figura en el auto de puesta en prisión de los acusados, que también ha podido consultar este periódico, los hermanos de Miguel y sus esposas no aceptaban a Lucía porque era paya. Las rencillas se fueron agravando con el tiempo hasta el punto de que trascendió a los niños de ambas partes. Siempre según la versión de la Fiscalía, Miguel, el hijo de Nicolás, iba diciendo por ahí que María del Mar y Antonio trapicheaban con droga, fruto de lo cual acabó peleándose con una de las hijas del matrimonio.

El Nasty, Nicolás y Miguel, el niño, se bajaron de la furgoneta junto a la casa de María del Mar. Las escasas farolas apenas nutrían de luz la noche. En la puerta estaban la propia María del Mar y Lucía, conversando y tomando el fresco. Nasty y Nicolás preguntaron por Antonio, que estaba dentro de la vivienda. Le recriminaban que hubiera amenazado al hijo de Nicolás y querían resolver directamente con él los problemas que había habido entre los niños.

Antonio, conocido como el Simpson, salió a la calle y se alejó unos metros con los dos hermanos. La discusión fue subiendo de tono hasta que empezaron a forcejear. Antonio cayó al suelo tras un empujón y María del Mar acudió en su defensa. Abofeteó a Nasty y Nicolás e incluso llegó a derribar a este. Fue entonces cuando ambos sacaron sendas navajas y comenzaron a acuchillar a María del Mar, que intentó protegerse con los brazos. Aunque Antonio, escondido tras un muro, tiró una piedra a los agresores, no logró que el ataque cesara. Lucía corrió para ayudar a su hermana y se interpuso entre ella y Nicolás, que la agarró por la espalda y le asestó varios navajazos de gravedad. De todo ello fueron testigos los niños. Los dos hermanos huyeron con el hijo de Nicolás en la furgoneta. Para cuando llegó la ambulancia, Lucía ya se había desangrado. Tenía 32 años. A María del Mar, de 39, la habían acuchillado una decena de veces, pero pudo recuperarse de las heridas.

Un día y medio en paradero desconocido

Nasty y Nicolás estuvieron en paradero desconocido un día y medio. Agentes de la Guardia Civil encontraron su furgoneta en el barrio de los Arrayanes de Linares el 25 de mayo. Horas más tarde, ambos se entregaron y fueron detenidos en Andújar.

En su declaración ante la jueza de instrucción, tanto Nicolás como Nasty negaron haber apuñalado a María del Mar y Lucía. Es más, Nasty dijo que él ni siquiera se bajó de la furgoneta la noche de marras. Los dos afirmaron que fue Antonio el que les amenazó con una navaja y que huyeron del lugar de los hechos por miedo a represalias. Sin embargo, la magistrada no les creyó y les mandó a prisión provisional comunicada y sin fianza.

La acusación particular ejercida por la familia de Lucía y su cuñado Antonio coincide con la Fiscalía en atribuir a Nicolás un delito de homicidio y a Nasty, uno de homicidio en grado de tentativa. El viudo de la víctima, por su parte, eleva las acusaciones a asesinato y asesinato en grado de tentativa, respectivamente. El abogado defensor solicita la libre absolución de ambos. El jurado popular tendrá, en julio, la última palabra.

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