Mette-Marit, una princesa ante el Nobel de la Paz con un hijo fugado de la justicia

La princesa consorte noruega, Mette-Marit, reaparecía este martes con motivo de la entrega del Premio Nobel de la Paz en Oslo, horas después de conocerse que su hijo anterior al matrimonio regio, Marius Borg, se había escapado del centro de rehabilitación de Londres adonde se había marchado tras tres detenciones en Noruega. El joven se ha desatado por completo y suma ya tres casos de abusos sexuales cuando hace poco más de una semana se marchaba al Reino Unido sin atender el requerimiento judicial. A su vez se ha marchado de esa clínica donde iba a ser atendido para su desintoxicacion.

La familia real noruega ha querido mostrar normalidad en estas adversas circunstancias de la princesa, apareciendo la esposa del príncipe Haakon junto a sus suegros, los reyes Harald y Sonia. El monarca, al que en otras ocasiones se le ha sugerido que abdique por su avanzada edad y problemas de salud, muestra en esta comparecencia de los dos matrimonios su confianza en su hijo y en su nuera, que sufre también una enfermedad crónica respiratorio que le obliga a dosificar su agenda.

Para este señalado actor la princesa consorte lucía un vestido abrigo con bordados, pantalón y lucía diadema granate, mientras que la reina nórdica vestía un traje en color azul cobalto, al igual que su tocado.  

El Nobel de la Paz de este año ha distinguido a una entidad nipona, lo que llevaba este lunes en el cumpleaños de la emperatriz japonesa Masako a agradecer este reconocimiento desde Noruega. La entidad distinguida a la que le han entregado la distinción los reyes de Noruega es Nihon Hidankyo, confederación de las organizaciones de Víctimas de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.

Los reyes y los príncipes departieron con los directivos que han viajado para recoger el galardón en la sede consistorial de Oslo.

Para la princesa Mette-Marit ha sido una reaparición inevitable entre días de dolor y preocupación.