Editorial
Una legislatura fallida
La vicepresidenta del Gobierno valenciano y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, refuerza su papel en el Consell que preside Carlos Mazón con las funciones de portavoz, una labor que en la práctica venía ejerciendo ya durante los últimos días.
A pesar de no tener hasta ahora entre sus competencias la portavocía -que estaba en manos de la consellera de Hacienda, Ruth Merino-, Camarero, caracterizada por la facilidad de palabra y un discurso firme, ha sido la que ha comparecido en las ruedas de prensa para trasladar las actuaciones de la Generalitat ante la dana del 29 de octubre.
Este cambio, conocido a última hora de la tarde de este domingo, es el primero confirmado tras el anuncio de Mazón de que va a remodelar la estructura de su Ejecutivo para enfocarlo a la reconstrucción tras la devastadora dana que ha dejado en la provincia de Valencia más de 200 muertos, miles de damnificados y cuantiosos daños materiales.
Abogada de 54 años, Camarero es una persona de plena confianza del president de la Generalitat, quien antes de ganar las elecciones autonómicas de 2023 tenía claro que si llegaba al Palau quería tenerla en su Ejecutivo al frente de la cartera encargada de las políticas sociales y la igualdad.
Su trayectoria y su experiencia en estas materias, pero sobre todo su "empatía y sensibilidad" formaban, según explicó Mazón en la toma de posesión de Camarero, el "cóctel perfecto" para gestionar las políticas sociales, unido a su conocimiento de la Administración del Estado.
Por ello, Mazón le encomendó la vicepresidencia segunda -que se convirtió en única cuando el pasado mes de julio Vox salió del Ejecutivo- y la Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, además de ejercer como la secretaria del Gobierno valenciano.
Camarero comenzó su andadura política en 1995, cuando ocupó un escaño de diputada en Las Cortes Valencianas en la bancada del PP durante la primera legislatura de Eduardo Zaplana como president de la Generalitat.
Cinco años después pasó a ser diputada en el Congreso, del que formó parte hasta 2014 y donde ejerció como portavoz del PP en las comisiones de servicios sociales y de igualdad, y fue ponente tanto de la ley Integral de Violencia de Género como de la Ley de Igualdad.
Entre 2014 y 2016 ejerció como número dos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en calidad de secretaria de Estado de Servicios Sociales a Igualdad, cuando se aprobó la modificación de la ley de Infancia y Adolescencia por la que los menores fueron reconocidos como víctimas directas de esta violencia.
De ahí pasó al Senado (2016-2019), donde presidió la comisión de Igualdad del Senado y la ponencia del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, tras lo que aparcó la vida política para dedicarse a ser consultora de igualdad de empresas, administraciones y entidades.
En 2023, cuando era directora sénior de la empresa Contexto Político en Llorente y Cuenca, Mazón la llamó para formar parte de su primer Consell, lo que le permitió regresar desde Madrid a su tierra y a la primera línea de la política para afrontar un reto que calificó de "abrumador, apasionante" y "sin duda exigente".
La responsabilidad que el president le encargó en julio de 2023 fue definida entonces por Camarero como el reto de su vida, para el que llevaba décadas preparándose, y un "broche de oro" a una vida dedicada a la igualdad, según aseguró.
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