Manu Tenorio: “Hay letras que son de un machismo explícito”

Manuel Tenorio (Sevilla, 1975) no se identifica con el “sambenito” de pijo sevillano que le colocaron en OT: “No tenía aspecto de teenager y me enfocaron a un público más adulto”, pero nada más alejado de la realidad. “No se me caen los anillos, mi madre trabajó mucho para sacarme adelante sola”, asevera. Casi con 50 años, se siente "a contrapié" respecto a las nuevas tecnologías y con su estilo musical está lejos de lo que marcan las modas, pero el cantante dice sentirse ilusionado y “con muchos sueños aún por cumplir”.
Pregunta.Hablar de Manu Tenorio es trasladarse, inevitablemente, a una época dorada. ¿Qué queda de ese sevillano de la academia de OT?
Respuesta.La verdad es que me miro al espejo y me sigo reconociendo, aunque la vida te va moldeando a través de la experiencia. La vida también tiene mucho desencanto, porque te roban o intentan robarte un poquito de magia. En los últimos meses estoy atravesando una buena época. Estoy ilusionado, muy motivado. Quiero vivir los conciertos como un momento de felicidad plena. Creo que me merezco disfrutar de mi tierra, de mi público.
P.¿Ha cambiado mucho la música respecto a la que había cuando empezó?
R.Cuando me di a conocer empezó el reguetón y este tipo de Latin Music. Ahora se ha puesto de moda, pero como todo es cíclico creo que tarde o temprano van a volver los cantantes melódicos. La figura del cantante español con canciones con contenido, con canciones buenas, con producciones y músicos potentes, es necesaria. Estamos a la vuelta de la esquina de que vuelvan. Yo, de todas maneras, no sé hacer otra cosa y sobre todo no quiero hacer otra cosa.
P.¿Echa de menos esas preferencias musicales?
R.Echo de menos algunas cosas. En aquella época yo tenía detrás una multinacional que prácticamente me hacía el 95% del trabajo, pero de un tiempo a esta parte estoy como cantante independiente, lo que conlleva hacer una gran parte del trabajo. Estando solo se te impide acceder a según qué medios de comunicación porque están capitalizados por las multinacionales. Eso es así. Eso no me lo he inventado yo. Es real. Gracias a Dios también las nuevas tecnologías facilitan nuevos cauces para difundir la música y esto es una manera de llegar a la gente de manera independiente. Pero no es un camino fácil.
P.¿La fama es una carga?
R.Nunca he querido ser cantante para ser famoso. Quería ser cantante porque sentía que cuando cantaba masticaba la magia. Y no solo a través de mí, sino a través de las emociones que mostraba a los demás. Quería ser cantante y músico porque entendía que me convertía en un ser de luz y porque encontraba también en la música y en la guitarra un refugio. Tiraba de mí por encima de mi voluntad. Si no lo sientes, no puedes convencer. Yo no me podía concentrar en otra cosa, y encima hace poco me han diagnosticado TDAH. Esto me ha llevado a entender muchos comportamientos que he tenido en mi vida.
P.¿En qué trabaja ahora?
R.El origen es la segunda parte de una trilogía que estoy haciendo como homenaje a la canción melódica universal, independientemente de que yo escriba mis propios temas. La primera parte de esta trilogía era un sonido muy orgánico. Ahora le vamos a dar una pincelada un poquito más moderna. Estamos actualizando los sonidos, pero sin perder la esencia. Ya hemos sacado los dos primeros singles: Momento, que es una canción de Julio Iglesias que tiene una letra que a mí me desbarata, me pega una sacudida emocional al recordarme a mi abuela; y Vámonos, un tema clásico de México a mi manera. Poco a poco desgranaremos ese disco, porque como hoy vivimos la inmediatez, si se publica del tirón te lo cargas.
P.Ha estado mucho tiempo sin sacar nuevo trabajo.
R.Vivimos un momento histórico muy acelerado. Hay mogollón de canciones, mogollón de material que pasa desapercibido completamente porque es muy complicado darle promoción y que la gente se centre con ese lanzamiento. Yo necesité hacer las cosas con un poquito más de relajación porque por más prisa que me metiera, eso no significaba que me fuese a ir mejor. Y aparte hay que verlas con objetividad. Cuando eres un artista independiente tus recursos los tienes que dosificar con mucha mesura.
P.¿Cómo se ha adaptado a las plataformas digitales?
R.Cumplo 50 años y tengo un desfase espacio-temporal con este tipo de tecnología. Lo que sí estoy viendo es mucha esclavitud, pero las redes son una herramienta fabulosa. De todos modos no podemos volvernos locos y someternos a su dictadura.
P.Con un estilo musical tan característico, ¿encuentra hueco hoy día?
R.Hay que hacer lo que uno siente que debe hacer con dignidad. No creo que haya que hacer música para encajar, para ganar público. Creo que ese no es el camino.
P.Para un compositor la letra es fundamental. ¿Cómo casa esa prioridad hoy día?
R.No soy un detractor ni crítico con la música ni con las letras de otros artistas porque no es mi trabajo, pero lo que sí es cierto es que hay letras que son de un machismo explícito. Con la lucha feminista que se lleva haciendo desde hace años, y lo que se ha avanzado, que tengamos que escuchar esas canciones me parece una falta de respeto tremenda a las mujeres. Y creo que esto no es una opinión, creo que es un error.
P.En los últimos tiempos ha estado en el ojo del huracán, no ha sido una época fácil, entre otros asuntos por problemas con inquiokupas y por hacer pública su salud mental.
R.He tenido que afrontar una serie de circunstancias en mi vida para las que no estoy acostumbrado. Esas circunstancias no las he sabido gestionar como tendría que haberlas gestionado y se me escaparon de las manos. La injusticia que yo estaba viviendo era tan desproporcionada y tan destructiva que me devoró y no supe gestionarlo, y eso al final me condujo a que mi salud mental se viera deteriorada. Me parece importante y me motiva mucho el pensar que hay personas que lo estén pasando mal y que se sientan identificadas. Hay que llamarlo por su nombre. Los problemas de salud mental nos pueden afectar a cualquiera. Todos somos vulnerables. Por estar mal no pasa nada, es importante reconocerlo, ya que hasta que no lo reconozcamos no podremos buscar solución. No somos autómatas. Somos seres humanos y no pasa nada por necesitar ayuda. Es así de sencillo y no deber ser tabú.
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