Álvaro de Luna: "Es muy difícil lidiar con un personaje tan diferente a tu forma de ser"

El intérprete actuará el próximo 3 de mayo en el Cartuja Center CITE (Sevilla).

El cantate Álvaro de Luna (Sevilla, 1994).
El cantate Álvaro de Luna (Sevilla, 1994). / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

El cantante Álvaro de Luna (Sevilla, 1994) está atravesando una nueva etapa. El personaje de rockero canalla le ha sobrepasado. Esta especie de alter ego le ha servido por un tiempo como coraza ante las vulnerabilidades, pero está dispuesto a acabar con él. Alguna vez ha llegado a pensar que se “cambiaría el apellido” y se “quitaría la cara”. Para aniquilar –en el sentido metafórico– al personaje, ha reunido un nuevo arsenal de armas. Las más valiosas: la honestidad y la naturalidad. El 3 de mayo actuará en el Cartuja Center CITE (Sevilla).

Pregunta.Acaba de sacar En tu costado. Una balada que se aleja de ese estilo más canalla al que nos tiene acostumbrados.

Respuesta.Ha sido un poco improvisado, de hecho no era el tema con el que iba a reabrir esta nueva etapa. Hay que fiarse de la intuición y me decía que tenía que salir con esa canción, que rompía con todo lo que había hecho antes y presentaba una nueva versión más sencilla, orgánica y pura. Me apetecía mucho enseñar esa parte. Se sale tanto de lo que he hecho hasta ahora que dije: Es el momento perfecto de salir con esto y hacer una nueva reaparición más tranquila y más sutil.

P.Acompañó el lanzamiento del tema con el siguiente mensaje: “Aunque el camino sea difícil, piensa que cuanto más profundo sea, más dichoso será el camino que viene después”. ¿Está siendo dura la travesía?

R.El camino es duro, porque es una profesión en la que pones muchísima energía y no siempre son devueltas. Pero también estoy muy agradecido a los últimos cuatro años de trabajo. Es verdad que han sido tan intensos que no he tenido tiempo de pararme a disfrutar de cada cosa que íbamos consiguiendo. Estamos en un momento vital en el que todo el mundo quiere las cosas para ya en cantidades masivas. Eso me ha generado mucha ansiedad, estrés y angustia. Era el momento de parar, retomarlo todo con ilusión y ser yo quien marca los tiempos en los que quiero ir enseñando cosas.

P.¿En alguna ocasión ha tenido que ponerse el mundo por montera para que sus propuestas salieran adelante?

R.Muchísimas. El primer caso fue con Juramento eterno de sal, que no veían como single y fue una pelea. Al final, salió muy bien, pero pasa muchas veces. Es cierto que respetan bastante mis decisiones artísticas porque son bastante empáticos con los procesos artísticos. Lo más lógico es que te respeten como artista cuando tienes claro cómo quieres que sea tu proyecto. Me parece torpe coartar a un intérprete. Que no se malinterprete, pero siento que cuando me he dejado llevar por lo que pensaban otros y no por lo que pensaba yo, las cosas no han ido como me hubieran gustado. Por eso es muy importante fiarse de uno mismo, ser muy honesto y respetarse.

P.Desde que empezó su andadura en solitario, ¿se ha topado con algo que le haya llamado especialmente la atención de la industria?

R.Me di cuenta de que muchos compañeros de profesión nos hemos visto sobrepasados por nuestro momento vital y profesional. Ahora mismo tienes que ser artista, llevar redes sociales y hacer mil cosas para justificar tu posición. Lo veo bien, pero siento que hay demasiada exigencia y se crea mucha rivalidad. A veces, incluso, dentro de la industria. Me parece un error tremendo, porque deberíamos unirnos, y hacer familia. Se nos pone en el punto de mira todo el rato con los rankings y los números. No somos churrerías ni industrias, somos artistas. Evidentemente, las cifras son relevantes, pero no tiene que ser lo más importante todo el tiempo.

P.¿Ha sentido presión por estos números?

R.No del todo. A ver... yo hago terapia y este tipo de pensamientos intrusivos los he trabajado. Todo lo que ha funcionado en mi carrera ha sido sin pretensión. Lo he hecho de manera honesta y pensando: que pase lo que tenga que pasar.

Muchos compañeros de profesión nos hemos visto sobrepasados por nuestro momento vital y profesional"

P.Se ha definido como “un cantautor” y “un artesano”. ¿Una rareza en tiempos de autotune?

R.¿Sabes qué pasa? Considero que son herramientas que enriquecen. Mira La Plazuela. Usan muchísimos sintetizadores y tratamientos, pero mantienen la autenticidad y la pureza. Si lo utilizas como herramienta y como algo que, de alguna forma, va a enriquecer tu proyecto no lo veo mal. Toda la música que esté hecha con gusto y con honestidad es totalmente válida.

P.Ha afirmado que muchas veces da la imagen de “un chulazo” cuando en realidad es “una persona tímida”. ¿Es algo así como un personaje?

R.Ha sido una barrera para protegerme, porque en determinados momentos me he sentido más vulnerable. Ahora mismo estoy en un punto en el que he decidido desprenderme de todo eso. Seguir manteniendo mi esencia y continuar desarrollándome artísticamente. Cuando tienes un personaje tan contrario a tu forma de ser es muy difícil lidiar con eso durante mucho tiempo, sobre todo cuando no tiene mucho que ver contigo. Me he sentido sobrepasado y muchas veces he dicho: Me cambiaría el apellido, me quitaría la cara. Es bueno pararse, analizar y ser consciente de que es un personaje. Si no eres capaz de llevarlo adelante, deshazte él y prepara otro enfoque.

P.Es andaluz pero vive en Madrid. ¿Emigrante forzoso?

R.Me tuve que ir por obligación, entre comillas. Aquí, evidentemente, tienes oportunidades, pero no tienes las mismas que cuando estás en todo el meollo. Estar en Madrid te permite tener una visibilidad que en tu pueblo no vas a tener. Simplemente coger trenes todo el tiempo es un gasto económico tremendo. A mí me generaría mucha inestabilidad. Ya viajo bastante estando de gira como para tener que estar haciéndolo, por ejemplo, con las promociones. Lo grande se mueve en la capital.

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