Fabrienvaf Nuca conmemora el 25 aniversario de su emblemático producto El Milagrito
Empleados, familiares y amigos participaron en la celebración. El Milagrito cambia de color su envase
Fabrienvaf Nuca conmemora el 25 aniversario de su emblemático producto El Milagrito. En la gala organizada para el acontecimiento han participado empleados, familiares y amigos.
El evento, marcado por la emotividad y la celebración de los hitos alcanzados a lo largo de su historia, estuvo presidido por María Castro Molera, directora ejecutiva, que acaba de conmemorar “el milagro de nuestro proyecto empresarial”.
El recorrido empresarial se inició en el año 1999, cuando María Castro Molera se hizo cargo de un proyecto empresarial fundado por su padre Miguel Castro con la ayuda de su madre María Molera. "Hace ya más de sesenta años, mi padre y mi madre pusieron los cimientos de un proyecto de vida en común. El talento de mi padre, la voluntad y entrega de mi madre y el trabajo conjunto los convirtieron en personas innovadoras en una época en la que esta palabra ni se conocía ni se usaba," compartió la directora ejecutiva.
A lo largo de estos 25 años, Fabrienvaf Nuca ha experimentado una profunda transformación, enfrentando retos continuos que han permitido a la empresa superar expectativas y posicionarse como una de las compañías líderes en su sector, no solo en Andalucía, sino en toda España. En su intervención, María Castro destacó el papel fundamental de su equipo, que considera su familia: "Hoy celebramos 25 años de milagros, 25 años de transformación. Hemos tenido una nueva visión de hacer empresa, pero siempre contando con un equipo de personas que son más que empresa porque para mí sois y somos familia".
Internacionalización
Con una visión de futuro clara, María también señaló que el próximo gran reto de la compañía es la internacionalización. "¿Y queréis saber cuál será el próximo milagro? Convertirnos en una empresa referente a nivel mundial, porque seguir creciendo está en nuestro ADN," añadió con determinación.
La firma, fundada hace más de 60 años, fue retomada por María en 1999 cuando tenía una facturación que no llegaba a 50.000 € y muchos problemas que tuvieron que ir solventando para crecer y darle la vuelta a las cifras. “Fueron años duros, de trabajo incansable, de abrir mercados, dar a conocer nuestro producto… de insistencia. El apoyo de los nuestros ha sido la clave para sobrevivir y llegar hasta aquí. Hoy somos una empresa sólida, reconocida, con una marca que va por delante de nosotros. Estamos ejecutando nuestra expansión nacional y nos quedan muchos sueños por cumplir que seguro que se harán realidad, porque detrás de nuestro “milagro” hay un equipo humano con mayúsculas, que nos empuja a superarnos cada día y es la verdadera clave de nuestro éxito. Sólo podemos dar las gracias a todos y cada uno de vosotros y a los consumidores que cada día creen en nuestra botella rosa. Sois los que nos habéis traído hasta aquí”, concluyó.
Innovación
Con esta emotiva declaración, Fabrienvaf reafirma su compromiso de seguir creciendo y expandiendo su legado, apostando por la innovación y los valores que los han acompañado desde sus inicios.
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