Principio de acuerdo para el nuevo convenio de Navantia

Cádiz/La comisión negociadora integrada por la dirección de Navantia y los representantes de los trabajadores han alcanzado un principio de acuerdo para un nuevo convenio colectivo para el periodo 2022-2027. Este avance es el resultado de las intensas negociaciones que se han estado llevando a cabo en los últimos meses. Desde CSIF consideran, sin embargo, que hay todavía cuestiones por definir, por lo que ya comunicaron el martes que no firmarían el preacuerdo.

Según informa la empresa en un comunicado, el preacuerdo incluye una serie de medidas relativas a todos los colectivos incluidos en el convenio, con un enfoque centrado en la promoción, la política salarial y el modelo de clasificación profesional. El nuevo convenio "dota de estabilidad" y sienta las bases para reforzar la plantilla ante los desafíos que afronta la compañía, con un periodo de alta carga de trabajo en todas sus áreas de negocio: Construcción Naval, Sistemas, Reparaciones y Servicios y Energías Verdes (Navantia Seanergies).

El preacuerdo deberá ahora someterse a la aprobación de la plantilla de Navantia en sus distintos centros de trabajo antes de finales de año. 

La postura de CSIF

El sindicato CSIF ya advirtió el martes que no firmaría el preacuerdo que ofrecía la dirección de Navantia al considerar que "hipoteca" el futuro y no homogeneiza las condiciones de toda la plantilla. En concreto, en su comunicado hablaba del ajuste del salario de toda la plantilla a las categorías profesionales que desempeñan, lo que no se produce ahora por no estar bien definidos los puestos. Por eso exige una reclasificación en función de la responsabilidad de cada puesto y un cargo distinto al 0,7% de la masa salarial. Para el sindicato el convenio debe contar con un articulado claro, que no deje lugar a las interpretaciones.

Fernando Zazpe, integrante del comité intercentros implicado en la negociación, explica que ha habido una mayoría del comité que ha aceptado las condiciones, de ahí el principio de acuerdo. "Algunos pensamos que deja elementos claves y relevantes pendientes, por lo que podemos estar perdiendo una oportunidad como no se ha presentado en muchos años, sobre todo para los técnicos superiores, para quienes el convenio tenía menos contenido. Para los GP3 y GP4 de operarios mantienen las condiciones, ganan algo pero en otras pierden", apunta.

Se han conseguido cosas, admite sobre la negociación, pero otras "se han quedado por el camino". A su juicio, las tablas salariales se han quedado por debajo de lo que se pedía, "había unas tablas de referencia desde 2019, a las que se aspiraba a poder llegar y no se ha llegado al punto máximo, se queda un escalón por debajo, y es de aplicación para todo el mundo". Como punto crítico, los responsables sindicales habían planteado que el nuevo convenio regulara mejor un plan de carrera, con una definición clara de los puestos de trabajo y los salarios, algo que Zazpe explica que "sigue pendiente". "La propuesta tiene falta de concreción", añade, lo que considera puede desembocar en interpretaciones, en que no haya "objetividad" y "transparencia", de ahí la desconfianza y las reticencias que provoca lo que se ha recogido en el principio de acuerdo.

"Ahora la plantilla tiene que decidir si esto es suficiente o si hay que continuar y cerrar la negociación más adelante", abunda. Para ello se llevará a las asambleas para que "las plantillas voten", comenta sobre el siguiente paso.

El sección sindical de CSIF ha decidido no firmar porque el preacuerdo, además, deja muchas cosas abiertas. "El preacuerdo tiene muchos puntos pero la mayoría pendientes de llegar a un texto definido. Es insuficiente dejarlo como está, dado que hay que trabajarlo todavía. Lo lógico sería firmar algo ya redactado al completo. Un convenio es un documento legal que regula todo, que no puede estar sujeto a interpretaciones", señala.