Radiografía del fraude eléctrico en Andalucía: 31.488 casos en lo que va de año con epicentro en tres provincias
Granada, Almería y Sevilla aglutinan el mayor volumen tanto de expedientes totales como de los vinculados a la expansión de las plantaciones de marihuana ‘indoor’
El fraude eléctrico se dispara en España y alcanza ya un impacto económico de hasta 1.760 millones de euros anuales
Sevilla/La proliferación del fraude eléctrico vinculado a viviendas con plantaciones indoor para el cultivo de marihuana se va extendiendo por toda la geografía andaluza, un fenómeno que se ha visto reflejado incluso en las memorias de la Fiscalía de Andalucía de los últimos cuatro años, en las que se alerta de la magnitud que está alcanzando el problema a nivel regional y del riesgo de seguridad ciudadana que supone, a lo que se añade el elevado peligro de siniestros y el daño que se genera a los vecinos con residencia habitual en esos edificios.
El impacto económico del fraude eléctrico, según estimaciones de Endesa, se situó en España en los 2.000 millones de euros en 2023. De estas prácticas, un 33-35% se corresponden con invernaderos de marihuana indoor, que están avanzando de “manera explosiva”, explica a este diario el director general de Redes de la compañía, José Manuel Revuelta. De hecho, el número de estafas detectadas por la empresa en el conjunto nacional en los últimos cinco ejercicios ha repuntado un 35% y un 75% en el caso de las vinculadas a las plantaciones.
“El crecimiento de los cultivos en viviendas empezó en 2018, pero se ha acelerado desde la pandemia. Hay un 'efecto llamada' por la laxitud de la legislación española frente a otros países europeos y el salto está siendo exponencial, sobre todo, en el cambio de quiénes lo están haciendo, ya que, de pequeños grupos locales, se ha pasado a bandas organizadas y violentas del Este de Europa”, señala Revuelta, quien añade que, al margen de las cifras, “lo que más nos preocupa es el peligro para las personas”, tanto para quienes realizan los enganches como para los vecinos del entorno.
Esta expansión se ha plasmado también en los datos que maneja la compañía en Andalucía, donde ha abierto 31.488 expedientes de fraude eléctrico en los nueve primeros meses del actual ejercicio, un 49% más que en el mismo periodo de 2023, mientras que la energía defraudada ha crecido por encima del 33%, hasta los 244,4 millones de kilovatios hora (kWh). Del total de estafas, 1.118 -un 15% más- están relacionadas con plantaciones indoor por un volumen de 62,9 millones de kWh, una cifra un 47% superior sobre enero-septiembre del año precedente y comparable al consumo anual de una localidad de 10.000 habitantes.
El número de casos relacionados con invernaderos de marihuana apenas supone el 3% del total de los expedientes a nivel regional, pero la energía obtenida de forma ilícita representa un 26% del global andaluz, lo que revela el elevado uso que realizan este tipo de instalaciones fraudulentas. Concretamente, según apunta el director general de Redes de Endesa, cada una de ellas demanda una potencia que se asimila al consumo de unas 80 viviendas de 100 metros cuadrados.
'Puntos calientes'
El foco de estas actividades ilícitas en Andalucía se concentra en tres 'puntos calientes': Granada, Almería y Sevilla suman casi el 70% del total de expedientes de fraude y más del 80% de los casos vinculados a la marihuana (899 conjuntamente). “Estas tres provincias aglutinan las problemáticas más importantes en los enganches ilegales para invernaderos, pero estamos viendo también ya cómo el fenómeno alcanza a Huelva y a Málaga, y con la misma violencia. Se está optando por diseminar estas plantaciones para que su detección sea más complicada”, asegura José Manuel Revuelta.
El primer cajón del podio en cuanto a fraude vinculado al cultivo de marihuana, y a mucha distancia, lo ocupa Granada, al contabilizar 623 expedientes por un volumen de energía de 25,2 millones de kWh en lo que va de año, mientras que tiene la segunda plaza en expedientes totales de fraude (5.413 con una energía de 54,7 millones de kWh).
Como ejemplo de la envergadura de las plantaciones ilegales en esta provincia, el representante de Endesa subraya “un caso en Granada Norte de un consumo teóricamente doméstico que es equivalente al de todo el Hospital Inmaculada de la capital. Hemos entrado diez veces y las diez veces se han reenganchado, cada vez de una manera más profesional, con lo cual es más difícil combartirlos”.
A continuación, en segundo lugar, se sitúa la provincia de Almería, que alcanza los 185 casos relacionados con invernaderos indoor por 11,6 millones de kWh, sobre un total de 2.577 expedientes de fraude eléctrico (25,8 millones de kWh) en los nueve primeros meses del año.
Poniendo la lupa en Sevilla, la provincia está en tercer lugar en enganches para plantaciones, con 91 expedientes por un volumen de 5,8 millones de kWh. No obstante, encabeza el ranking regional en expedientes totales de fraude, con 13.990 hasta el 30 de septiembre, lo que supone dos a la hora y un 45% más respecto al mismo periodo del año anterior. En paralelo, la energía defraudada ha aumentado un 21% hasta 82,8 millones de kilovatios hora, equivalente al consumo energético de más de tres millones de hogares.
Focos en Sevilla
En la capital hispalense, la actividad se concentra en puntos como el Polígono Sur, Torreblanca, Palmete, Padre Pío o La Plata, en muchas ocasiones, por la proliferación de los invernaderos indoor. En concreto, de los 3.200 centros de transformación de Endesa en la ciudad, los problemas de suministro se registran solo en 39, que generan el 57% de las incidencias en la red. La potencia total contratada en las instalaciones más afectadas es solo el 34% y únicamente el 57% de los 15.503 suministros a los que abastecen tienen contrato en vigor.
En este sentido, la diferencia entre la potencia de electricidad que circula por los transformadores y la que miden los contadores de las viviendas con contrato es 3,54 veces mayor, según datos de Endesa, lo que da una idea del volumen de enganches ilegales y de la cantidad de energía que demandan. A ello se une que las plantaciones son cada vez más sofisticadas, alcanzando potencias compatibles con un uso industrial y generando una carga eléctrica de gran volumen sobre un sistema de distribución diseñado para abastecer viviendas.
Para dar una idea de la dimensión del problema, Revuelta enfatiza que, tras las intervenciones de la Policía Nacional en Las Tres Mil Viviendas por los tiroteos registrados a mediados del pasado mes de octubre y el consiguiente desmantelamiento de plantaciones, se notó un “descenso considerable” de la demanda eléctrica. Así, desde la operación policial, en uno de los centros de transformación con fraude masivo se redujo “hasta en un 40%; mientras que las incidencias de la red han caído un 47% en las seis instalaciones más afectadas”, apunta.
El director general de Redes de Endesa defiende en este contexto las inversiones realizadas por la compañía por importe de cerca de 12,7 millones de euros desde 2020 en estos barrios de Sevilla, a los que se añaden otros 4,2 millones de euros durante el actual ejercicio en varias actuaciones. “No vamos a dejar desamparados a los ciudadanos honrados de estas zonas; seguiremos sectorizando, repotenciando y haciendo todo lo que sea necesario para que tengan el suministro en las mejores condiciones”, asegura.
Combatir el fraude
Pese a la extensión del fenómeno, Revuelta subraya que “detectamos mucho fraude porque hemos incorporado sistemas cada vez más sofisticados basados en la Inteligencia Artificial” . “En el caso de las plantaciones indoor, estamos en una media en el conjunto de España de siete entradas al día para cortar el suministro, pero el problema es la reincidencia por el marco legislativo que tenemos. Es una lucha continua contra una profesionalización fruto del enorme negocio que supone el cultivo de la marihuana”, lamenta.
Como medidas necesarias que deben implementar las administraciones competentes y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para frenar estas prácticas, “lo primero es ver qué está causando esta excepcionalidad porque todos debemos tener claro el diagnóstico y trabajar en común”, indica el responsable de Endesa .“El marco regulatorio es garantista lógicamente. Desde que detectamos una plantación hasta que se puede desmontar pasa un cierto tiempo, sobre todo, si son sitios habitados o hay familias dentro, con lo que necesitamos que se pueda agilizar el proceso para poder intervenir en este tipo de fraude”, concluye.
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