Las fragatas Alfa 3000 de Navantia, descartadas para el programa Sea 3000 de Australia

Cádiz/Navantia ha sido descartada en el concurso del programa Sea 3000 para suministrar 11 fragatas ligeras a la Armada de Australiana. De las cuatro constructoras que estaban en la carrera, solo siguen adelante la japonesa Mitsubishi Heavy Industries y la alemana Thyssenkrupp Marine Systems. La empresa española guarda silencio a la espera de confirmación oficial.

Según el portal Infodefensa, que se hace eco de información de la cadena pública australiana ABC, y que recogen otros medios del lugar como ADM, el Comité de Seguridad Nacional del Gabinete australiano han decidido mantener en el proceso la propuesta japonesa Mogami 30FFM y la alemana Meko A-200. Se quedan fuera la opción coreana, la fragata clase FFX Batch II y III, y la española Alfa 3000.

Navantia optaba al contrato con el Gobierno australiano con un modelo basado en la corbeta clase Tasman con elemento de la corbeta Avante 2000 -esta última, construida en los astilleros de San Fernando para Arabia Saudí-. La compañía presentó el diseño el pasado verano en la Feria naval Indian Ocean & Defence en Australia. Se destaca entonces como una fragata ligera de 104 metros de eslora, con la que pretendía hacerse con el programa Sea 3000, valorado en más de 6.670 millones de euros, para la sustitución de la flota de las fragatas Anzac, y dar respuesta a las necesidades de la Armada australiana ante los retrasos y sobrecostes del programa de las fragatas Hunter.

En este tipo de contratos, la adjudicación conlleva un trabajo posterior para adaptarse a las exigencias del cliente, de tal manera que se hubiera partido de este modelo para alcanzar un diseño final, que incluso podría haber determinado el astillero que hubiera ejecutado el encargo. Hay que recordar que las fragatas son un producto con más tradición en Ferrol, mientras que la antigua Bazán en La Isla ha sido la factoría responsable de las corbetas saudíes. De cualquier forma, las instalaciones de San Fernando se quedan sin optar a asumir esta carga de trabajo que hubiera rondado los 6.000 empleos anuales durante tres años (si se toman como referencia los datos de la construcción de los buques para la Marina saudí). La previsión australiana es que los tres barcos se construyeran en el extranjero para a continuación realizar la transferencia al astillero Henderson.

En las informaciones que la cadena ABC ha ido aportando hasta ahora, se reconocía la mejor posición que tenían las ofertas japonesa y coreana frente a las dos europeas. Exponía los intereses geopolíticos existentes, y apuntaba a especulaciones en el ámbito industrial de un posible encargo por parte del Gobierno de Japón de misiles de ataque navales a una futura fábrica australiana. Además, recordaba los elogios del vicealmirante jefe de la Armada de Australia, Mark Hammond, a la capacidad de construcción de Japón.

Las autoridades australianas, según recogen los medios australianos, tienen intención de enviar a altos funcionarios a los cuatro países implicados para comunicar oficialmente a las empresas su decisión.