Las empresas andaluzas muestran su preocupación por la inestabilidad institucional y el actual escenario internacional
La sexta edición del Barómetro CEA+Empresas refleja una percepción positiva de la economía y las expectativas empresariales en Andalucía
El 76,6% de las empresas andaluzas con más de 250 empleados tienen alta o muy alta digitalización

Sevilla/El tejido empresarial andaluz afronta 2025 con una visión positiva de la economía regional, pero marcada por la inquietud ante la incertidumbre política nacional y las tensiones internacionales. Así lo revela la sexta edición del Barómetro CEA+Empresas, elaborado por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), a partir de encuestas realizadas a compañías de toda la comunidad.
Una de cada dos empresas andaluzas considera que la economía regional vive un buen momento, según ha destacado el secretario general de CEA, Luis Fernández-Palacios, durante la presentación del informe. Las entidades valoran especialmente la estabilidad institucional en Andalucía y confían en que esta se mantenga como un motor para la inversión y el crecimiento económico.
No obstante, esa percepción se desvanece cuando el foco se desplaza al conjunto del país. La visión sobre la economía nacional es mucho más crítica, y no solo por la coyuntura actual: se extiende la expectativa de un deterioro a medio plazo. Las empresas apuntan al exceso de burocracia, la fiscalidad y la regulación económica estatal como principales frenos a su actividad, reclamando reformas que impulsen la competitividad y el empleo.
A nivel laboral, el informe refleja preocupación por medidas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional y la reducción de jornada que, según las compañías, comprometen su capacidad para crear empleo y ser competitivas en un contexto global exigente.
En el ranking de riesgos que enfrentan las empresas andaluzas, la inestabilidad política encabeza la lista. Le siguen el deterioro del escenario internacional, la deuda pública, el coste de la energía y la escasez de profesionales cualificados.
Pese a todo, el barómetro también recoge luces. Las empresas aplauden las políticas públicas dirigidas a impulsar la digitalización, la internacionalización y la eficiencia energética, que obtienen una valoración muy positiva. Por el contrario, la mitad de los encuestados considera que las políticas económicas actuales no están logrando mejorar significativamente la competitividad del tejido empresarial.
"El VI Barómetro CEA+Empresas pone de manifiesto a un tejido empresarial que se adapta y afronta los retos de forma resiliente y conserva un moderado optimismo en sus expectativas", ha afirmado Fernández-Palacios. A su juicio, es esencial que los poderes públicos ofrezcan marcos normativos estables y políticas alineadas con las necesidades reales de las empresas, especialmente en un escenario global de creciente complejidad.
En resumen, el empresariado andaluz aprueba el presente regional, condicionado a que se mantenga la estabilidad institucional, pero suspende con claridad la situación nacional, lastrada por la incertidumbre política, las rigideces regulatorias y un entorno laboral que perciben como hostil para el crecimiento.
Andalucía, con sus fortalezas, aparece como un punto de apoyo en medio de un panorama general marcado por la inquietud y el desafío.
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