La empresa gaditana Surcontrol, del sector naval a acuerdos para participar en defensa
La compañía, que nació en 2009 como 'spin-off' de la Universidad de Cádiz, ha ido evolucionando y ampliando sus campos de actividad desde la automatización hasta la robótica o la digitalización
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Cádiz/De un piso pequeño de 30 metros cuadrados encima de una carnicería en Puerto Real a unas dependencias modernas y propias de casi 2.000 metros cuadrados en El Puerto. La evolución y el crecimiento de Surcontrol, una empresa de ingeniería, automatización, sistemas de control, digitalización y robótica de la provincia de Cádiz, tiene su último reflejo en las instalaciones en la que desarrolla su actividad desde hace unos meses. También en el aumento del personal, de tres socios, a cinco trabajadores, a once y actualmente a 74, sin contar con el personal de la academia que han creado lo que elevaría a más de 80 la plantilla. Pero esa progresión se afianza en la diversificación vivida: desde los primeros trabajos de automatización hasta entrar en el mundo de la robótica y la digitalización, desde el sector naval hasta el aeronáutico, logístico, alimentario, petroquímico o de infraestructuras. Ahora están bien "posicionados" para trabajar en el sector de defensa.
Surcontrol nació en la Universidad de Cádiz (UCA) hace más de 15 años. "Tanto mi socio, Manuel Muñoz Rodríguez, como yo estábamos en el Laboratorio de Sistemas Automáticos de Buques, en la Escuela de Ingeniería Técnica Naval. De allí surgió la idea de crear la empresa", cuenta Jesús Rodríguez, CEO de la compañía. Se valieron de las herramientas que la UCA tiene para el emprendimiento. "Poco a poco fuimos viendo qué teníamos que hacer para montar la empresa", apunta. Para ello contaron además con la subvención Campus, un préstamo al 0% de interés, con 7 años para devolverlo y 2 años de carencia. "Y lo devolvimos", precisa.
La empresa se crea como spin-off de la universidad gaditana en 2009 con la participación del director del grupo del departamento que llegó a formar parte de la sociedad, ya desvinculado. Ahora sigue habiendo tres socios. Dentro del accionariado hay otra empresa, Abance Ingeniería, que también trabaja en el desarrollo de ingeniería en el sector naval. Estos inicios están vinculados al mundo naval, especialmente al astillero de Puerto Real, enfocados en la automatización y los sistemas de control. Empezaron en un apartamento de 30 metros cuadrados en Puerto Real, pero ese espacio se quedó pequeño cuando comenzaron a fabricar pequeños cuadros de control y tuvieron que buscar un taller.
Desde el principio recibieron reconocimientos: cuando salen de la universidad, el premio Atrebt de la UCA; más adelante, un accésit de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Cádiz (AJE). "Creo que así nos identifica Miguel Sánchez-Cossío, que nos llamó y nos animó a aprovechar las naves del CEEI Bahía de Cádiz en El Puerto", menciona Jesús Rodríguez. Cogieron entonces unas instalaciones de 150 metros cuadrados, que dividieron en dos partes, una para oficina y otra zona de taller, "el crecimiento nos fue llevando a tener que hacernos con las siguientes naves que teníamos al lado, con dos o tres oficinas arriba".
Evolución
La empresa nace enfocada en la automatización y los sistemas de control, pero da el salto al mundo de la robótica y la digitalización. Durante la pandemia, cuentan el diseñador gráfico Javier Moreno y Rafael González-Chacón, ingeniero informático (software engineer), durante la visita a las instalaciones, se implicaron en el desarrollo de un software, de una plataforma de IoT (internet de las cosas) que se ha convertido en la plataforma de control de digitalización que usan para sus propios proyectos. "Sí, como habrán comentado, en lugar de hacer reducción de personal vimos esta posibilidad. La plataforma se llama Dragsa, con la que hemos llegado a acuerdos de exclusividad en distintos sectores como la logística, como puede ser el sector de los motores marinos. Estamos bastantes contentos por cómo va la aplicación", corrobora el CEO de Surcontrol.
Del sector naval han evolucionado para entrar en el sector aeronáutico, en el petroquímico, en alimentario, en automoción. Ahora están bien posicionados para poder trabajar en el sector de defensa. "Estamos llegando a acuerdos con empresas que ya trabajan con Defensa, con la Armada, con el Ejército de Tierra, para poder participar en la implementación de tecnología en los proyectos que tienen entre manos", desvela Jesús Rodríguez.
La academia, un proyecto exportable
Desde la empresa Surcontrol reconocen que el proyecto más bonito que tienen entre manos es la academia que han puesto en marcha. La idea surgió por la necesidad que tenían de formar al personal antes de la incorporación al puesto de trabajo. "El reclutamiento de personal especializado es muy difícil y todas las empresas tenemos que llevar a cabo una parte de 'training", explica Jesús Rodríguez. Ahí vieron la oportunidad de generar una formación que pudiera servir para ofrecérsela a otras personas, no solo al personal nuevo. "Personas que están en la universidad o curiosas que tienen interés por aprender temas de robótica o de automatización", señala. Ahora "pescan" dentro de Surcontrol Academy a quienes puedan quedarse a trabajar en la compañía. Robótica y Automatización Industrial, Robótica Industrial y Colaborativa, Automatización Industrial y Realidad Virtual y Aumentada son los campos en los que ofrecen su formación. La idea es exportar esta idea, empezando por Latinoamérica.
"Hemos ido tocando todos los campos de la industria porque nuestra actividad es muy versátil. Al final lo que hacemos sirve en todas las industrias", destaca. Un trabajo en el que se han especializado en los últimos años es el retrofit (modernización) y suministro de grúas, en el que a partir de Dragsa han creado un producto específico para digitalizarlas. Es el IkolCrane, que ahora mismo están en proceso de implantación con acuerdos con empresas del sector. Lo han montado en las grúas del astillero de Navantia en Puerto Real, y tienen posibilidad de llevarlo a Ferrol. En reparaciones en Cádiz van a empezar con la catalana para su modernización. Ya lo están implantando en Ensa, que es una empresa nuclear de Santander. Hay otros astilleros, como Astander, en Cantabria; o Asticán, en Las Palmas, también en cartera.
Como se observa, Surcontrol colabora con empresas tractoras, como Navantia, también con Airbus como cliente, pero además con empresas medianas. "Creemos en la sinergia entre empresas de mediano tamaño, como nosotros, para llevar a cabo proyectos", defiende este socio de Surcontrol.
Entre manos
La sociedad tiene varios proyectos del PERTE Naval con Navantia y otras empresas. "De hecho, hemos tenido que tirar de mucho personal nuevo para ejecutar estos proyectos", puntualiza el CEO. Uno gira en torno a la inspección de soldadura robotizada en el que dos de las trabajadoras estaban inmersas en esos momentos en el taller de las instalaciones. Otro busca desarrollar una plataforma con una impresora aditiva para embarcar. Un tercero es de gemelo digital. "Trabajamos en Ferrol con Navantia en el gemelo digital de la fragata F-110, un proyecto muy llamativo".
Dentro del PERTE Aeronáutico participan en un programa con las empresas ITE, IOVI y el CATEC (Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales) para crear un brazo robótico que incorpore sensores de visión para comprobar y calcular el step y el gap en la unión de piezas. "Las superficies aeronáuticas se fabrican independientemente y luego se juntan. Por eso es importante comprobar que estén alineadas en separación y elevación. El robot podrá decirlo", explica Jesús Rodríguez.
Además, Surcontrol prepara la convocatoria de Port 4.0. Asimismo, van a empezar a trabajar en la terminal de portacontenedores del Puerto de Cádiz, "con un proyecto muy bonito".
Toda esta actividad les ha llevado ampliar plantilla, aun cuando el reclutamiento es complicado. "Con tanto trabajo en la bahía, nos quitamos los unos a los otros personal, porque incluso Navantia está demandando ahora mucho personal técnico cualificado, que en muchos casos salen de las contratas", responde ante la pregunta sobre el perfil profesional de sus trabajadores: ingenieros, informáticos, electrónicos, eléctricos, matemáticos…, un mundo de marcado carácter científico y tecnológico en el que no abundan las mujeres. "Para contratar no miramos si es hombre o mujer, lo importante es el perfil y su trabajo. Tenemos un plan de igualdad, pero la contratación de mujeres es algo natural. Hay muchas compañeras ingenieras", precisa Laura Gutiérrez, responsable de marketing de la empresa.
Presente y futuro
Los planes de crecimiento están en el presente y futuro de la empresa. Cuentan desde hace unos meses con instalaciones propias donde poder seguir creciendo.
En las nuevas dependencias han ganado espacio y luz natural, una cuestión que demandaron los propios trabajadores cuando les preguntaron por las necesidades para mejorar las condiciones de trabajo. Una nave se ha destinado a ingeniería, al departamento de desarrollo software, al ámbito comercial, a marketing y diseño gráfico, para salas de reuniones, otras labores de oficina y la academia, mientras en la segunda cuentan con un taller para el desarrollo y ejecución de los proyectos.
Pero, además, plantean exportar su idea de academia, en la que forman en robótica y automatización.
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