Así está repartido el capital social de la nueva SAD del Linares

El pasado lunes el comité directivo del Consejo Superior de Deportes, daba el visto bueno al Linares Deportivo para su inscripción como Sociedad Anónima Deportiva por la que tanto ha peleado desde hace meses y tras un intento fallido. Tras reunir el capital acordado y presentar toda la documentación acordada, el Linares Deportivo dejaba en manos de este comité su inscripción y, como todo puede pasar, existía la posibilidad de que lo echasen para atrás, algo que finalmente no ha sucedido. Para el visto bueno era necesario reunir 750.000 euros, cantidad que incluso, como declaraba Jesús Medina el pasado mes de octubre en declaraciones a Radio Linares Cadena Ser, se llegó a superar y hubo que hacer una devolución parcial para un mayor reparto accionarial.

En las últimas semanas, antes de la aprobación definitiva por parte del CSD se conocieron algunos de los nombres con mayor capital, así lo desglosaba en el medio El Nuevo Observador donde se mencionaba a cinco empresas, cuatro de las cuales no tienen sede social en Linares, y que operan tres de ellas en la provincia vecina de Córdoba y otra en Madrid. Tres de las empresas, una la ubicada en Madrid, están dedicadas a los seguros mientras que una cuarta tiene por objeto social la explotación agrícola de fincas rústicas. La quinta de las empresas, de la que es propietario el empresario linarense Miguel Hoyo Nájera y que si tiene sede social en Linares, está dedicada a la consultoría de empresas y gestión de instalaciones deportivas y al que hubo que devolverle parte de su capital aportado.

Con estas aportaciones, entre cinco empresas se sostiene más de un 50% de las acciones de la nueva SAD como desvelaba el anterior medio mencionado. El resto de acciones están repartidas en paquetes accionariales de diversa cuantía y parte de ello es gracias a iniciativas como la llevada a cabo por el propio Linares Deportivo al inicio de la actual campaña de abonados de la compra de paquetes de 50 acciones con el objetivo de atraer a aquellos aficionados de a pie y de la propia ciudad minera.