La tribuna
¡Parad la guerra con Rusia!
La boxeadora argelina Imane Khelif concluyó sus controvertidos Juegos de París con el título de campeona olímpica de la categoría de 66 kilos tras derrotar a la china Liu Yang en la final, un premio que para la medallista de oro sirve de respuesta a la ola de controversias y debates creados sobre su propio género.
Imane Khelif (Tiaret, 25 años) fue centro de una polémica desde que hace unos días ganara una pelea en solo 46 segundos, por retirada de la italiana Angela Carini, que puso las miradas sobre sus altos niveles de testosterona. Khelif no perdió un solo asalto en sus tres primeras peleas en París, pero enseguida se tuvo que enfrentar a un intenso debate que alimentaba, de forma infundada, las dudas sobre su género.
La argelina fue descalificada del campeonato mundial del año pasado por la Asociación Internacional de Boxeo, dominada por Rusia . Al parecer no pasó una dudosa prueba de elegibilidad para las competencias femeninas. Sale de París como campeona olímpica.
Una de las imágenes dramáticas de los Juegos Olímpicos. Carolina Marín tenía más que encauzado el pase a la final en el partido ante la china Bing Jiao He. La española se dobló la rodilla derecha al intentar alcanzar un volante a su derecha. Quedó tendida en el suelo, inmóvil. Intentó continuar pero tuvo que abandonar.
Las pruebas determinaron una grave lesión. Una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y los dos meniscos. Días después, la española fue intervenida quirúrgicamente.
La china Bing Jiao He, que se clasificó para la final por la lesión homenajeó a Carolina Marín en la entrega de medallas y posó en el podio con un pin de la delegación española en señal de cariño y apoyo.
No hubo cuentas pendientes en esa entrega de medallas. La rivalidad quedó a un lado cuando las estadounidenses Simone Biles y Jordan Chiles, plata y bronce en la final de suelo de los Juegos, se postraron en el podio para recibir a la brasileña Rebeca Andrade, que ganó el oro en ese aparato.
Fue un gesto de respeto de las norteamericanas hacia Andrade, con la que rivalizan desde hace años pero con quien mantienen una relación de respeto y amistad. Las tres se hicieron 'selfies' en el podio y posaron de la mano ante los fotógrafos. Era el primer oro de Andrade en estos Juegos, tras dos platas y un bronce, siempre detrás de Biles.
Ambas, que también fueron campeona y subcampeona en los campeonatos del mundo de 2023, fueron vistas entonces bailando juntas en una fiesta cuando acabó la competición.
La afgana Manizha Talash, componente del equipo de refugiados de los Juegos, fue descalificada de la competición de breaking por un mensaje político que dejó ver en su vestimenta. Talash, residente en España, llevaba debajo de su sudadera negra una capa azul que decía "libertad a las mujeres afganas", en su duelo contra la neerlandesa India, que aplaudió el gesto.
La afgana, de 21 años y que huyó de su país en el 2022 despés de que los talibanes se hicieran con el poder en Afganistán, fue derrotada en la competición, pero la Federación Mundial de Danza Deportiva precisó posteriormente en la tabla de resultados que había sido descalificada.
Talash "fue descalificada por exhibir un mensaje político en su vestimenta", señaló la federación en un comunicado.
La piscina de la Défense Arena vivió uno de los momentos más emocionantes de los Juegos de París con la remontada que Leon Marchand protagonizó en la final de los 200 mariposa y que permitió al nadador francés colgarse la segunda de las cuatro medallas de oro que conquistó.
Tras llegar al último largo de la prueba con una desventaja de 28 centésimas Marchand dio caza al húngaro Krsitof Milak con un espectacular volteo que dio inicio a un vibrante duelo, en el que el francés se fue distanciando brazada a brazada de su rival para tocar la pared en primera posición con un tiempo de 1:51.21 minutos, nuevo récord olímpico.
Una mano en el bolsillo, unas gafas de intelectual y nada de dispositivos modernos. Dikec se distanció de los nuevos tiempos y demostró que era capaz de ganar una medalla, de plata, sin refuerzos tecnológicos. Mientras el resto de competidores usaban el último grito en el equipamiento, con gafas a medida, protecciones en el oído y cristales tintados, el turco compitió con unas gafas que parecían normales mientras disparaba con una mano en el bolsillo.
Yusuf, de 51 años, ha participado en campeonatos de tiro desde el 2008. "Disparar con la mano en el bolsillo no tiene que ver con el arte. Me siento más cómodo", dijo el turco que estuvo a punto de llevarse el oro y que fue superado por los serbios.
Nadie lo esperaba a pesar de la vinculación que tiene Rafael Nadal con París, con Roland Garros, donde ha ganado en catorce ocasiones. Apareció Zinedine Zidane, una leyenda aún en el fútbol galo con la antorcha, en el tramo final. Y entonces irrumpió en la escena de la ceremonia el balear, vestido con el uniforme de la delegación española, ante la torre Eiffel. Allí le entregó el símbolo, el fuego olímpico.
Desapareció de la escena el ganador de veintidós Grand slam y regresó después, en una embarcación junto a otras leyendas como la gimnasta Nadia Comaneci, la tenista Serena Williams y el atleta Carl Lewis.
Era una de las grandes figuras de París 2024. No hubo en maratón el esperado duelo entre el etíope Kanenisa Bekele y el keniano Eliud Kipchoge. Ninguno rindió como se esperaba y pronto quedaron al margen del podio.
Kipchoge se paró en el kilómetro 28 y se puso a hablar con un policía. Siguió su trayecto a pie por el carril de seguridad ante la mirada sorprendida de los aficionados que le vieron andar, al margen de la carrera, hasta el 31. No tuvo fuerzas. No pudo lograr su tercer oro seguido. Se despidió como una leyenda. Ovacionado por el publico esperó a que pasara el último corredor. Se dirigió a la grada, lanzó sus zapatillas y se retiró.
Fue en la final olímpica de voley playa femenino, en el partido por la medalla de oro entre las brasileñas Ana Patricia Silva y Eduarda Santos 'Duda' y las canadienses Melissa Humana Paredes y Brendie Wilkerson.
Un punto polémico desató la controversia entre los equipos. La ventaja era para las brasileñas y al lado de la red hubo una intensa discusión. Era un punto relevante para el partido. La tensión crecía entre las jugadoras que el árbitro no podía aplacar.
Hasta que el encargado de poner la música en las pistas del Campo de Marte hizo sonar la legendaria canción de John Lennon 'Imagine'. La discusión se paró. Las jugadoras sonrieron. Aplaudieron. Y el público cantó. El juego se retomó y las brasileñas ganaron.
Noah Lyles, velocista de Estados Unidos, se topó con la covid. El campeón olímpico de los 100 metros disputó la prueba con el virus y fue retirado del Estadio de Francia en silla de ruedas después de competir en 200, donde acabó tercero y se llevó el bronce.
Recibió Lyles, de 27 años, su premio con una mascarilla. Y ya no disputó para su país la prueba de relevos de 4x100 debido a la enfermedad. Se despidió de París 2024 con dos medallas. "No son los Juegos Olímpicos que soñé pero me han dejado mucha alegría en mi corazón".
Minuto 99, el último del tiempo añadido, penalti a favor de España en el partido contra Alemania por el bronce de los Juegos Olímpicos. El cuadro germano con ventaja en el marcador. Y la que fue considerada como mejor jugadora del mundo con la posibilidad de empatar, reanimar a España y forzar la prórroga para pujar por el bronce.
Desde los once metros. Lanzó Alexia y lo detuvo la portera alemana Ann Katrin Berger que evitó el empate de España y dio el bronce a su selección. "Me revienta. Tenia que haber entrado. Me sabe mal por todo el mundo, por la gente que nos apoyaba", dijo Putellas que no pudo resucitar a España y que se fue de París sin premio.
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