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El fútbol modesto de la provincia de Jaén 'esconde' historias y protagonistas que merecen mucho más foco. El pasado domingo arrancó la liguilla de ascenso a Primera Andaluza y en Jaén Hoy nos acercamos hasta la figura de Miguel Ruiz (Úbeda, 21 de noviembre,1979), delantero del CD Úbeda Viva, máximo goleador del grupo 2 de Segunda Andaluza con 23 goles, y que puede presumir de haber marcado goles en cuatro décadas distintas.
La historia de Miguel Ruiz arranca a mediados de los 90, cuando siendo juvenil de primer año, con 16 años, Julio Fernández 'Chicote' le dio la alternativa. "Esa temporada Chicote llegó a Úbeda, hizo un gran equipo en Regional Preferente y se fijó en tres juveniles: Emilio Muñoz, Javi Moral y yo. En diciembre ya éramos parte del primer equipo y conseguimos el ascenso a Tercera División. Con 17 años ya estábamos en el grupo IX", recuerda Miguel.
Después de hacer el servicio militar en Granada, Miguel Ruiz se marchó junto a Javi Moral a , al CD Bolañego, del grupo XVII de Tercera División. "No llegamos a un acuerdo para renovar en Úbeda y un representante sevillano nos llevó al grupo castellanomanchego. Nos metieron en un piso, pero no se hicieron bien las cosas, sufrimos impagos y me volví a Úbeda". En ese primer regreso surgió la figura de Juan Reche, uno de sus 'padres' deportivos. "Me firmó en cinco minutos. No sé lo que me vio, pero siempre me trató como si fuera su hijo", añade Miguel Ruiz.
Miguel Ruiz se convirtió en uno de los atacantes referentes en el grupo IX de Tercera División en el Úbeda CF durante las siguientes cinco temporadas. En la 2003-2004, logró su primer trofeo de máximo goleador después de anotar 30 dianas.
Unas cifras que le llevaron a volver a salir de su ciudad, rumbo a Roquetas, en una decisión de la que ahora se arrepiente. Tenía 23 años, era más maduro y venía de hacer un temporadón. Tuve una oferta del CD Linares de Pedro Braojos, para Segunda B. Pero en lugar de pensar en lo deportivo, pensé en lo económico y me decidí por el CD Roquetas, que me llamaba todos los días al fijo de mi casa. Me ofrecieron un proyecto a lo grande, con un nuevo estadio con motivo de los Juegos del Mediterráneo. Hicieron un equipazo con lo mejor del grupo IX, entre ellos Pepe Berja. Quedamos terceros y estuvimos cerca del ascenso ante el Mérida. Pero sin embargo, esa campaña el Linares jugó play off a Segunda A ante El Ferrol y se quedó a un gol del ascenso. Mi padre, que es un fanático del fútbol, siempre me dice que yo podría haber marcado aquel gol".
En Roquetas, en la 2004-05 inició un periplo de seis temporadas en diferentes clubes de Almería y Granada (Imperio de Albolote, Adra, Ciudad de Vícar) en los que vivió del fútbol. "Tuve la suerte de vivir del fútbol profesionalmente durante esos años. Yo en Úbeda estaba acostumbrado a entrenar de noche, después de salir de trabajar de la Ferretería Biedma. El cambio era brutal, sobre todo en pretemporada, con hasta tres sesiones. En esa época, aprendí mucho de Pepe Berja, tanto del fútbol como de la vida".
En la temporada 2012-2013 regresó a la provincia de Jaén de la mano de Fernando Campos y el Atlético Mancha Real. "Me dio mucha confianza, me decía que todo lo que tocaba lo metía. Hice 22 goles". Esa campaña, Miguel Ruiz se convirtió de nuevo en el pichichi del grupo IX. En la temporada siguiente siguió en La Juventud y rozó el ascenso a Segunda B ante la Cultural Leonesa.
En la 2013-14, el delantero ubetense volvió a casa para vestir la camiseta del CD Úbeda Viva y alcanzó su récord goleador en una campaña: 43 goles para ser campeones en Regional Preferente. En la 2014-15, repitió como máximo artillero de la categoría, esta vez en las filas del Carolinense CD, dónde firmó un total de 39 dianas en la recién renombrada Segunda Andaluza, en ese momento el equivalente a la máxima categoría a nivel provincial.
A sus 35 años, esos más de 80 goles en dos años llamaron la atención de Juan Arsenal que lo reclutó de nuevo para el Atlético Mancha Real, dónde esta vez sí pudo vivir un momento histórico: el ascenso a Segunda B de los verdes. Miguel Ruiz no continuó en las filas mancharrealeñas, pero fichó por el Villacarrillo CF, con el que logró el ascenso a Tercera División y proclamarse pichichi por quinta vez, en este caso del grupo 2 de División de Honor con 34 goles.
En la temporada posterior, dejó pronto Villacarrillo e inició una estancia de temporada y media defendiendo el escudo del Begíjar CF donde sumó 31 goles en ese periplo y dejó un gran recuerdo. CD Navas (16 goles), UD Cazorla (6), Baeza CF, de nuevo CD Úbeda Viva (19) y Jódar CF (16) fueron sus siguientes destinos hasta iniciar su tercera etapa en el CD Úbeda Viva al iniciar esta temporada 2023-24.
"En verano firmé en Vilches, con Paco Gómez Romero. Entrené durante dos semanas, pero por mi trabajo en Eiffage tengo una semana al mes de guardia, en la que tengo que atender averías. No pude seguir allí por trabajo y mis amigos Rubio y Alfredo influyeron mucho en mi vuelta", explica el killer.
Llegó para jugar la final de la Copa Presidente de la Diputación, en la que el CD Úbeda Viva cayó ante el Inter de Jaén (2-0) y se convirtió en su líder ofensivo en la competición liguera. En un partido, ante el CD San Valentín Patrón anotó seis goles. "Es algo anecdótico", comenta sobre este hito que ha contribuido a que consiga su sexto pichichi, con 23 tantos.
El CD Úbeda Viva ha sido primero en el grupo 2 de Segunda Andaluza y ahora se encuentra inmerso en la liguilla de ascenso a Primera Andaluza con Ibros CF, CD Tuccitana y Arroyo CF, con el que empataron sin goles en el primer encuentro. "Nos ha salido una gran temporada. La liguilla de ascenso no va a ser fácil porque el fútbol está muy parejo. Son seis finales, con grandes rivales y no hay margen de error como en la liga, no podemos conceder nada. A nivel personal, yo estoy más ilusionado que cuando jugaba el play off para subir a Segunda B", señala Miguel Ruiz.
A sus 44 años, cuando echa la vista atrás y rememore su camino por el fútbol, es consciente de la evolución. "El cambio que más noto es en el respeto a los veteranos que había antes. Yo me fijaba mucho en Pino, en Muñoz, eras mis referentes. Antes se vivía mucho el fútbol en los pueblos, ahora se puede ver mucho fútbol en la tele. En el vestuario, lo que más echo en falta es que la gente joven se fije más en los futbolistas que podemos enseñarles cosas. He jugado seis play off a Segunda B y esas vivencias pueden aportar", argumenta.
Más allá de sus más de 450 goles, Miguel Ruiz se queda con el trato recibido por directivos, entrenadores, compañeros y aficionados. "Ese cariño no se paga con dinero. Es lo más bonito que hay, que la gente te reconozca por lo que has hecho en el equipo de su pueblo".
De sus vivencias, destaca los aprendizajes con entrenadores como Chicote, Juan Reche, José Jesús Aybar, Fernando Campos, Félix Vilches o Paco Sabiote, entre muchos otros; y los entrenamientos con porteros como Andrés Valero o Emilio Muñoz. "Son porteros de los que te dan puntos, que aunque lleguen dos veces, estás tranquilo. De otro nivel". Así mismo, recalca que ha hecho tantos goles "gracias a los grandes jugadores que he tenido y tengo a mi lado. Toni, Pepe Berja, Óscar, David Martín, Barbi, Chus Roa, Albertillo, Jacob, Higinio Vilches...siempre he estado muy bien acompañado".
Al final de nuestra conversación, cuestionado por cuánta cuerda le queda, Miguel Ruiz no cierra la puerta a nada. "No me suele gustar volver a dónde lo he hecho bien, porque los años pasan pero la exigencia es la misma. Es verdad que me gustaría dedicar más tiempo a mi mujer y a mis dos niñas, que son las que sufren esto. Pero también es cierto que siempre pienso el año que meta menos de 15 goles me voy...".
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