La conversión del Linares en SAD deja la pelota sobre el tejado del Consejo Superior de Deportes
El Linares Deportivo ha cerrado el proceso de suscripción de acciones y ahora será el CSD quien marque los segundos pasos
Segundo intento del Linares Deportivo por convertirse en una Sociedad Anónima Deportiva. Tras el primer intento infructuoso por la incompatibilidad de uno de los accionistas que ya poseía títulos de otro club, el Linares Deportivo retomaba el proceso este año con la mirada puesta en el capital social necesario de 750.000 euros. Ha sido precisamente hoy cuando el club ha anunciado el cierre de esta fase del proceso al lograrse la cuantía necesaria con, entre otras, la inversión del que será máximo accionista, el empresario linarense Miguel Hoyo que copa el 73,33% de las acciones.
Hasta ahora el Linares ha funcionado como Club Deportivo y con esta estructura jurídica mañana tendrá lugar en Linares una asamblea de socios para informar del proceso y los próximos pasos que se darán en el club. Tras el cierre del proceso y la correspondiente comunicación al Consejo Superior de Deportes (CSD), habrá que seguir las indicaciones que estos hagan y que aun están por conocer cuales serán los siguientes pasos exigidos.
Diferencias entre SAD y Club Deportivo
El cambio en la forma jurídica no supone cambio alguno en la parte visible o práctica del club, si bien es cierto quienes hasta ahora eran socios solo podrán seguir formando parte de la estructura del club si han comprado las pertinentes acciones. La principal diferencia se observa en el objetivo como entidad ya que uno tiene como fin la obtención de capital como cualquier empresa o Sociedad Anónima, mientras que un Club Deportivo se entiende como fin la agrupación de personas con un sentimiento común bajo unos colores, bandera o escudo.
En este proceso de profesionalización de una entidad, quienes compongan el futuro Consejo de Administración será quienes tomen las decisiones frente al resto de socios que solo aporten el capital social a través de sus acciones.
Tras dos temporadas a punto del acenso este era un paso prácticamente obligado para el Linares Deportivo ya que, salvo excepciones, la ley obliga a las diferentes entidades a tener la forma jurídica de Sociedad Anónima Deportiva.
La parte negativa de este proceso es que las decisiones quedarán de manera exclusiva en unas cuantas de manos abriendo las puertas, además, a que cualquier gran accionista, pueda comprar a los actuales pequeños y grandes inversores sus títulos con el único fin de mejorar su patrimonio individual, algo que ha llevado a lo largo de los años y a numerosas entidades a situaciones críticas en el aspecto económico.
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