En la que es ya la primera causa de muerte no natural en España sigue existiendo una inacción política que no hace más que aumentar la dimensión de un problema que hace demasiado se nos fue de las manos
Curioso que se cuestione más la dignidad de quien es apartada de su cargo sin renunciar a sus principios, que la dignidad de quienes renuncian a sus principios para entregar una alcaldía tan simbólica como la pamplonica a los herederos de ETA