'Jugando entre recuerdos': Un viaje a la infancia de nuestras personas mayores

Contenido ofrecido por Atenda

Atende, empresa de Clece especializada en Servicios Sociales, en colaboración con la Diputación de Jaén, ha elaborado la revista 'Jugando entre recuerdos' para rendir un homenaje a los mayores, auténticos guardianes de la historia y maestros del juego.

Esta publicación ha sido editada en el marco del Día Internacional de las Personas Mayores, que cada año se celebra el 1 de Octubre.

De Izda a dcha: Federico Díaz, gerente Clece Jaén y filiales, Francisca Medina, Vicepresidenta 1ª Diputación Jaén, Pedro M. Fernández, Jefe de Servicio Atende
Estíbaliz Redondo

18 de octubre 2024 - 06:00

En un momento como el actual, en el que las nuevas tecnologías y los dispositivos móviles forman parte de nuestra vida y cuya influencia en los más pequeños se estudia con el objetivo de analizar las consecuencias, no son pocas las voces que se alzan para poner en valor todos aquellos juegos tradicionales que fomentan la comunidad, el equipo y la convivencia.

En este sentido, los juegos tradicionales llevan miles de años viajando en el tiempo y han llegado a todos los lugares gracias al boca a boca, a la transmisión de generación en generación. Jugar es, en la niñez, un instinto imparable, lo más importante, la prioridad absoluta y la que marca nuestra infancia, favoreciendo el desarrollo de capacidades, la mejora de habilidades sociales y la adquisición de conocimientos que serán útiles durante toda la vida.

Hoy, quienes mejor conocen los juegos tradicionales, quienes más saben de maneras no digitales de divertirse, son las personas mayores; y con el objetivo de que este conocimiento no se pierda nace ‘Jugando entre Recuerdos’, una revista editada por Atende conjuntamente con la Diputación de Jaén en la que las personas usuarias del servicio de Ayuda a Domicilio trasmiten sus experiencias de vida, cuentan sus recuerdos más especiales y comparten esos ratos de alegría que vivieron durante su infancia gracias a la práctica de estos juegos. 

A lo largo de las páginas se pueden conocer juegos como el corro, la gallinita ciega, las chapas o el pañuelo con el añadido de que son explicados por aquellos mayores que los practicaban de niños en sus municipios.

Para elaborar los contenidos de esta revista han participado 20 usuarios pertenecientes a municipios de las 10 Zonas Básicas de Servicios Sociales, cada uno/a de ellos con los diferentes juegos: la Rayuela, Josefa Ruiz de la Fuente y Luz López Torres del centro de Servicios Sociales de Santisteban del Puerto (Navas de San Juan); el Diábolo, Manuel Ortega Tudela e Inés Ruiz Linares del Centro Toredelcampo (Torredonjimeno); la Comba, Juana Saete Soler y Antonia Pacheco Gálvez del centro de servicios sociales de Mengíbar; la Muñeca de trapo, Ramona Ollero Belmonte y Magdalena Calmaestra Arcos del centro de Arjona (Lopera) y Torredelcampo (Torredonjimeno); las Canicas, Francisco Galiano Castro y Juan Rubio Quesada, del centro de Huelma; el trompo, María Soriano Segura y Diego Escobedo Campos, del centro de La Carolina; la Gallinita Ciega, Carmen Gómez Toral y Salvador Pérez Juárez del centro Peal de Becerro (Cazorla); el Pañuelo, Juana López Maldonado y Salvador Izquierdo González, del centro de Bailén; las Chapas, Mª Antonia Balboa Mendoza y Manuela Ramírez Molina, del centro de Jódar; y finalmente la Rueda, Francisca Barrero Ferrán y María Antelo Martín, del centro Alcaudete (Frailes). 

El objetivo es que estos juegos no caigan en desuso ni en el olvido, que los más pequeños los conozcan y proporcionar una “excusa” para que abuelos y nietos compartan tiempo en común y haya esa transmisión tan valiosa de conocimientos e historia de nuestros mayores. Por otro lado, esta publicación permite combatir la soledad no deseada de las personas usuarias del servicio de atención a domicilio ya que, participar en iniciativas como ésta, salen de su rutina y se sienten protagonistas al poner sus conocimientos y experiencias al servicio de la comunidad, lo que redunda en el sentimiento de pertenencia al grupo. 

Federico Diaz Lendinez: Gerente Clece Jaén y filiales

Federico Díaz Lendinez. Gerente de Clece y filiales en Jaén.

- ¿Cómo surge la idea de recopilar los juegos tradicionales?

Nuestro compromiso con las personas usuarias del servicio no se basa sólo en la atención de las necesidades básicas de la vida diaria, requiere también invertir tiempo y recursos en horas de atención personal, dónde actividades como esta, permitan luchar contra la “soledad no deseada”. Este libro es una continuidad del que hicimos recuperando recetas de antaño 'Saboreando Recuerdos' y que tanto éxito tuvo por la gran participación de usuarios/as que nos contaron recetas que le evocaban recuerdos de su vida. Con este libro queremos también realizar encuentros intergeneracionales, que los niños y niñas de las escuelas infantiles participen con los mayores y aprendan de ellos. Y por último, la idea es mantener vivas las tradiciones, el legado de nuestras personas mayores, las cuales se merecen todo el respeto del mundo.

-¿Qué cree que ha aportado a los usuarios participar en la elaboración de esta publicación?

Para ellos/as ha sido muy especial, al igual que con las recetas, se ha trabajado con ellos la reminiscencia y se sienten emocionados cuando recuerdan lo vivido en en su niñez y juventud. Recordar a familiares que ya no están y amigos con los que han compartido tantas vivencias los evade del día a día. Se sienten protagonistas.

- Imagino que con esta publicación muchos de los usuarios del servicio que ofrecen de Ayuda a Domicilio se han sentido emocionados…

¡Emocionados es poco! Sus caras de felicidad lo dicen todo. Se sienten protagonistas y reconocidos. Con la ayuda de las auxiliares de ayuda a domicilio hacen un esfuerzo por recordar, algunos/as de los que han participado son muy mayores pero les ha despertado su curiosidad y ganas de participar. Ellos/as han sido testigos de un mundo en constante cambio, pero han mantenido intacta la esencia del disfrute y el aprendizaje a través de estos juegos populares que marcaron sus infancia.

- ¿Cuál ha sido la respuesta una vez que ya la han tenido en sus manos?

Muy gratificante, tanto para ellos como para nosotros. Organizar una actividad como ésta en un servicio de ayuda a domicilio con tanta dispersión geográfica, requiere de mucho trabajo y esfuerzo por parte de todos los agentes implicados. Gracias a la colaboración y compromiso con los servicios sociales de la Diputación de Jaén, que siempre nos apoyan en estas iniciativas, hemos podido llegar a muchos domicilios. Junto con el equipo de coordinadores/as de Atende y las trabajadoras del servicio ha sido posible la publicación de este libro. ¡Tanto ellos como nosotros, por unos instantes hemos vuelto a ser niños y niñas!!

Francisca Medina. Vicepresidenta 1ª y Diputada de Igualdad, Política Social y Juventud de la Diputación de Jaén

Francisca Medina. Vicepresidenta 1ª y Diputada de Igualdad, Política Social y Juventud de la Diputación de Jaén

-¿Qué ha supuesto para la Diputación de Jaén participar en la iniciativa “Jugando entre recuerdos”?

Para la Diputación ha sido muy satisfactoria la experiencia de ofrecer a nuestros mayores un tiempo y un espacio para rememorar algunas de las actividades de juego en las que ocupaban su tiempo libre cuando eran niños y niñas. La Diputación de Jaén tiene como uno de sus grandes objetivos el ofrecer a las personas mayores todos aquellos servicios que satisfagan sus necesidades y les ofrezcan la posibilidad de vivir experiencias física y emocionalmente satisfactorias. Y el Servicio de Ayuda a Domicilio, que reciben todas aquellas personas que han participado en este proyecto, es uno de los más valorados por las personas que requieren apoyos para sus actividades diarias. Este proyecto ha generado en las personas que han participado emociones muy positivas, porque el recuerdo de aquellos momentos de juego les ha arrancado más de una sonrisa y les ha facilitado recuerdos de muchas personas con las que compartieron aquellos momentos de ocio.

-Además de conservar y ser memoria viva de juegos tradicionales, ¿de qué otra manera cree que nuestros mayores pueden sentir que siguen aportando a la sociedad?

Tenemos la suerte de convivir en una sociedad mediterránea en la que aún tienen un gran valor los lazos familiares, especialmente respecto a nuestros mayores. Y el valor de estos lazos familiares se pone en juego y en valor cuando nuestros mayores son un recurso fundamental en muchas familias para poder conciliar la vida laboral con la familiar. Gran parte de nuestros mayores son conscientes de la importancia que tienen los cuidados que prestan a sus nietos y nietas, así como el papel educativo que vuelven a poner en juego mediante estos cuidados. Sin olvidarnos del papel de fuente de apoyo económico para sus familiares. En territorios donde la agricultura aún sigue siendo un sector productivo fundamental para su economía, como es nuestra provincia, no es raro encontrar personas mayores que han dedicado gran parte de su vida a las labores agrícolas y que mantienen su actividad en el campo hasta muy avanzada edad, generando también sentimientos satisfactorios de utilidad, de sentirse activos y valiosos. Otras personas mayores se involucran en actividades de voluntariado, ofreciéndoseles la oportunidad de contribuir al bienestar de otras personas, lo que les provoca también sensaciones muy positivas que inciden en su mayor bienestar. Por otro lado, la Diputación ofrece a las personas mayores el programa ‘Mayores en acción’, permitiéndoles participar en aquellas actividades grupales que más les interesa y en las que tienen un papel fundamental las relaciones sociales. Se generan contextos en los que la ayuda a mutua y el asesoramiento de unas personas a otras es muy frecuente. Unas personas enseñan a otras sus mejores habilidades, en unas ocasiones se comparten lecturas, en otras se comparten habilidades para la atención educativa y en otras, habilidades manuales que unas personas han desarrollado más que otras.

-¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para darles ese valor?.

Podemos hacer lo mismo que hacemos con nuestros hijos e hijas, nuestros compañeros y compañeras de trabajo, de ocio, con nuestras amistades: escucharlos y acompañarlos. Si hay algo que no nos gusta a nadie es que nos ignoren. Nuestra relación con las personas mayores corre el riesgo de verse afectada por los múltiples mitos y estereotipos que culturalmente se han generado alrededor de la vejez. El mayor peligro es concebir a las personas mayores como personas en continua decadencia que cada día necesitan menos para continuar viviendo y a las que hay que vigilar para que no malgasten sus muchos o pocos recursos. Son muchas las personas mayores que padecen afecciones neurológicas degenerativas, con las que, llegado el momento, lo más valioso para ellas es estar con ellas, acompañarlas, hablándoles sin esperar respuestas.

-¿Se plantean de la Diputación de Jaén poner en marcha otras iniciativas para combatir la soledad no deseada de nuestro mayores?.

Además del programa ‘Mayores en acción’, ya en este año hemos incorporado esta línea de actuación en la convocatoria anual de subvenciones a favor de ayuntamientos del Área de Igualdad, Políticas Sociales y Juventud, que vamos a mantener en futuras convocatorias para continuar apoyando los proyectos municipales que se han ido poniendo en marcha para abordar este fenómeno en crecimiento que supone la soledad no deseada. De forma similar, en la convocatoria anual de subvenciones para el año próximo a favor de asociaciones de carácter social se va a incorporar esta línea de apoyo a los proyectos que se dirijan a actuar frente a la soledad no deseada.

Mª Antonia Mendoza Balboa (91 años). Juego: Las Chapas.

Mª Antonia Mendoza Balboa (91 años). Usuaria del municipio de Jódar. Juego: Las Chapas.

Cuando le proponen participar en esta revista, ¿qué significó para usted?

Me pareció muy buena idea para los mayores y desde el primer día dije que estaba encantada. Lo he pasado muy bien haciéndolo. Aunque recuerdo haber jugado a muchos de esos juegos, del que más me acordaba de jugar de joven era a las chapas. En mis tiempos jugábamos muchísimo en la calle, no había coches, no había clases por las tardes y nos juntábamos todos los vecinos para jugar.

-¿Con quién jugaba a las chapas?

Éramos muchas amigas, pero con quien tenía más intimidad era con Luz, Nicolasa, Isabel… Pero éramos muchos chiquillos, aunque con más recuerdo tengo es con ellas. Por las tardes, mis hermanos y yo salíamos a la calle y hasta que no llegaba mi padre para decirnos que volviéramos a casa, así nos entreteníamos. He pasado una niñez y una juventud muy feliz, jugando en la calle, con mis hermanos en mi casa… Me lo he pasado fenomenal.

-¿Qué cree que le va a aportar estos juegos a los niños de ahora?

Creo que mucho, porque ahora sólo juegan con el móvil. Estos juegos eran muy divertidos y, aunque no tuviéramos dinero, nos lo pasábamos muy bien todos juntos con los juegos. 

-¿Le ha enseñado estos juegos a sus nietos?

Tengo tres nietos: una chica y dos chicos; y a ellos se los he enseñado cuando eran más pequeños pero los pobres, con tanto estudio y tantos exámenes… Ellos me decían: “¡Os lo pasabais muy bien, abuela!”. Les encanta que les cuente cosas de mi niñez. Pero ya no es como antes, están muy atareados y apenas tienen tiempo de jugar y si no, están con el móvil. Por eso me hace mucha ilusión recordar estos tiempos en los que he sido tan feliz.

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