El creador de los semáforos flamencos de Sevilla demanda al Ayuntamiento de Granada
Javier Alba denuncia que se le ha vulnerado el derecho de paternidad por utilizar sus figuras sin permiso y sin pagarle la licencia
"Es claramente un plagio, el mismo diseño y el mismo plano, se ha reproducido tal cual incitando a ciudadanos y turistas a hacerse fotos con ellos"
Los semáforos de Sevilla se visten de Feria por una buena causa
Una segunda vida para Macarena y Paco, los semáforos flamencos de Sevilla
El creador de los semáforos flamencos de Sevilla, Javier Alba, ha demandado al Ayuntamiento de Granada, que se apropió presuntamente de su obra sin pagarle nada ni tampoco publicitar su nombre. El creador cree que el Consistorio granadino ha vulnerado así los derechos fundamentales del autor, los de explotación y los de paternidad, que es, según él, "lo que más duele". "Es claramente un plagio, el mismo diseño, el mismo plano, a pesar de que a algunos medios negó que no era lo mismo y que no era suyo sino de empresa. Pero el caso es que ha cogido la obra tal cual y la ha reproducido y ha incitado a los ciudadanos y turistas a hacerse fotos con ellas y subirlas a las redes", explica Alba en una entrevista con este periódico.
Nadie del Ayuntamiento de Granada se ha puesto en contacto con él ni le ha ofrecido la más mínima explicación. "Y la verdad es que también echo en falta una llamada de alguien del Ayuntamiento de Sevilla, al menos preguntando qué ha pasado", apunta el autor. El abogado de Alba, Carlos García Montero, del bufete Root Legal Lab, indicó que ya está presentada la demanda, después de que primero se interpusiera un recurso contencioso-administrativo. Ahora está pendiente de la respuesta del Ayuntamiento de Granada, que aún está dentro del plazo legal para contestar.
"Aunque el Ayuntamiento no se atribuye a sí mismo la autoría, es decir, no plagia en tanto no se atribuye a sí misma la titularidad de la citada obra, su comportamiento ha impedido que sea reconocida la condición de autor del señor Alba, coadyuvando a quebrar, aún más, el nexo entre el padre de la obra y el público, con la consiguiente vulneración de su derecho moral de paternidad", expone el abogado en su demanda.
Javier Alba es madrileño pero sevillano de adopción. Lleva en la capital andaluza 25 años. La idea de hacer los semáforos flamencos surgió de una tragedia familiar, que prefiere no recordar mucho pero que cuenta sucintamente. Una persona de su familia fue atropellada por una moto en las inmediaciones de la portada de la Feria en el año 2015 y murió a los tres años como consecuencia de las lesiones sufridas en aquel accidente. "A raíz de eso, pensé que debería llamar la atención con algo. Quería cambiar aquello tan negativo y quitar esa tristeza que había en la familia. Un día, en la caseta, le dije a mi cuñada que posara para una foto". Esa foto fue el germen de la flamenca que baila en el semáforo.
"Yo sabía ya lo que quería en el año 2017 y empecé a desarrollarlo. Lo registré porque sabía que esto podía pasar. Hice varios diseños hasta que luego compré un semáforo y llevé la idea a cabo". Aquello fue muy novedoso, "porque nadie había conseguido modificar las luces de los semáforos en España". Después de la pandemia, ofreció al anterior alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, que utilizara su obra. "Yo quería ayudar a una ciudad que tanto había sufrido durante la pandemia, que había estado dos años sin Feria. Era un desastre, yo quería aportar algo, como todo el mundo. La pandemia nos cambió a todos. Yo ya tenía los semáforos, pero creo que entonces podía aportar algo de alegría, porque el semáforo para mí simboliza la alegría de la primavera y de la vida".
Cuenta Alba que además tenía una intención de concienciar, porque hay estudios psicológicos que se realizaron en Berlín (ciudad que ha conseguido hacer del Ampelmann u "hombrecillo del semáforo" una figura mítica") que aseguran que "cuando una señal se ha convertido en algo de culto, la gente la respeta más". "La gente lo ve y deja de mirar al teléfono, o está más pendiente... Esa es la realidad y el Ayuntamiento de Sevilla podría haber dejado a los flamencos durante todo el año, en Los Remedios o en otras zonas próximas al conjunto monumental. Podría haberle sacado más rendimiento".
Sevilla utilizó los semáforos flamencos, bautizados por el autor como Macarena y Paco, durante las dos últimas ferias de abril, en 2022 y 2023. "En esos dos años fue algo muy viral, las fotos han llegado a muchísimos países", dice Alba. Su abogado apunta que encontró las imágenes de los semáforos en la colección de imágenes ofrecidas por la agencia estadounidense Getty Images, a la que también han solicitado que las retirara porque había personas que las estaban comercializando "por un dinero importante".
"La cultura, la alegría, este sentimiento que tiene Sevilla... Si encimas lo apoyas con el patrimonio histórico... ¿Qué hay más bonito que la cultura y el flamenco? Para mucha gente el semáforo no sólo era ya un objeto sino un sentimiento, y por eso se convierte en una señal de culto", apunta el autor. "Tenemos que construir una economía social más local y sostenible. Los efectos de la globalización nos perjudican con subida de precios y creemos que tenemos que apoyar lo local. Por eso no entendemos que nos hagan esto en Granada", añade Alba, para quien la forma con la que el Ayuntamiento granadino ha llevado este asunto ha supuesto "una falta de respeto".
Alba tuvo conocimiento de que Granada se había apropiado de su obra una vez acabada la Feria de Abril de 2023. El Ayuntamiento granadino informó públicamente de la instalación de los semáforos y las noticias relacionadas con este asunto aparecieron hasta en 15 medios de comunicación. "Le dieron promoción a mi obra sin pedirme permiso y sin citar la autoría. Ya vi algo raro. Me enteré cuando íbamos hacia la playa en coche, mientras mi mujer conducía. Empiezo a ver los semáforos flamencos de Granada en todas partes. Me quedé paralizado. No era capaz ni de hablar con mi mujer y decírselo. No daba crédito a lo que estaba pasando".
El creador pidió explicaciones sin éxito. El Ayuntamiento de Granada no respondía en un principio a sus comunicaciones y las empresas de los semáforos le contaron distintas versiones. "Unos decían que no sabían que era una propiedad intelectual, otros le echaban la pelota a los unos pero nadie me respondía nada claro. Y también echo en falta que el alcalde de Sevilla, el Ayuntamiento, uno u otro, me hubiera llamado y me hubiera preguntado si necesitaba algo. La demanda es por responsabilidad patrimonial porque no me menciona como autor. Mi obra ha salido en un montón de medios de comunicación pero yo no".
Para el abogado, era necesario que a su cliente se le pagara un precio por el uso de su obra y que se le reconociera su autoría. "El derecho de paternidad es uno de los derechos que la ley otorga con carácter inalienable", apunta Carlos García. En una de las respuestas a los requerimientos que el letrado envió al Ayuntamiento de Granada se adjuntaban unos planos, que eran los mismos de su cliente y en los que incluso se podían leer los nombres de Macarena y Paco, con los que Javier Alba bautizó a sus figuras.
"El Ayuntamiento da su versión. Ellos encargan a la empresa contratista del mantenimiento semafórico de Granada que se hicieran unos diseños especiales. Esta empresa se puso en contacto con la que había trabajado aquí en Sevilla, que no podía cumplir con los plazos que le pedían, por lo que lo que hizo fue cederle el diseño a la de Granada para que lo fabricara ella", apunta el abogado, que por el momento ha demandado al Consistorio granadino al entender que tenía conocimiento de causa después de que Javier Alba se lo informara y quedara registrado. "Los semáforos estuvieron allí 40 días, 28 de los cuales tuvieron que ser con el conocimiento del Ayuntamiento porque ya había entrado por registro la comunicación de Javier". El Consistorio granadino tampoco ha respondido a este periódico, a pesar de que se le ha preguntado por la cuestión.
El 28 de abril apareció la noticia en los medios de comunicación. El 9 de mayo llegó un escrito de Alba por registro en el que pedía la retirada de los semáforos y el pago de una indemnización. "No hubo respuesta ninguna. Respondieron luego pasados los 40 días cuando ya habían quitado los semáforos y cuando ya había salido una noticia en el diario El Mundo que decía que las siluetas no eran originales", apunta el creador. Los retiraron el 6 de junio. Unos días antes se celebró el Día de las Fuerzas Armadas con los semáforos puestos y con los visitantes haciéndose fotos con ellos. "Nosotros vamos contra el Ayuntamiento porque es el titular de un servicio público que ha causado un perjuicio a un ciudadano", explica el letrado. Ahora queda que contesten a la demanda.
Mientras tanto, Javier Alba sigue trabajando e inventando cosas. El próximo 8 de marzo lanzará su nuevo single titulado Hoy muero por ti, Sevilla, una canción que rinde homenaje a la capital andaluza, con una melodía mezcla de flamenco y pop con la que el creador ha intentado "captar la esencia de la ciudad, con sus calles llenas de historia, su ambiente vibrante y su gente apasionada". "Sevilla es una ciudad que enamora. Su cultura, su arte, sus tradiciones y gastronomía... todo en ella te inspira. Con esta canción he querido plasmar la belleza y la magia de Sevilla, y espero que sirva para que todo el mundo se enamore de ella como yo lo he hecho".
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