Dos reuniones entre Juanma Moreno y Pedro Sánchez en cinco años con poco (o ningún) resultado

El 17 de junio de 2021, dos años y medio después de tomar posesión como presidente de la Junta, Juanma Moreno pisaba por primera vez el Palacio de la Moncloa. Sobre la mesa, la financiación autonómica y el agravio que suponía el modelo para Andalucía. Entonces, la cuenta se cifraba en una deuda de cuatro millones de euros al día, con un monto acumulado de 10.835 millones desde 2009 que el Estado entregaba de menos a Andalucía en comparación con lo que enviaba al resto de comunidades autónomas. Poco más de un año después, el 28 de julio de 2022, ambos presidentes, el de la Junta y Pedro Sánchez, volvían a verse las caras en Madrid. En esa ocasión y tras una reunión de una hora y cuarenta minutos, Moreno se presentó en La Moncloa con un acuerdo con las otras comunidades infrafinanciadas que reclamaban la aprobación de un fondo transitorio de nivelación dotado con 1.731 millones de euros anuales.

El presidente andaluz había recibido en San Telmo al socialista Ximo Puig (Valencia) y al popular Fernando López Miras (Murcia) y habían repartido el dinero que consideraban suficiente para compensarlos hasta que se aprobase un nuevo modelo de financiación de las autonomías. Reclamaban 824 millones más para Andalucía, 648 para Valencia, 194 para Murcia y 65 para Castilla La Mancha. En este año, la deuda estimada del Estado con Andalucía ascendía a 11.000 millones de euros.

En ambas reuniones, Juanma Moreno reclamaba inversiones en infraestructuras y tres asuntos clave para el desarrollo de la comunidad andaluza según su criterio: las inversiones en materia de agua, sobre todo en las infraestructuras de interés general del Estado, un mejor reparto de los fondos europeos y una revisión de los criterios de la PAC, la Política Agraria Común que es capital para el desarrollo de Andalucía.

La situación sanitaria de 2021 era muy delicada y por eso en aquella ocasión la conversación entre ambos presidentes giró mucho tiempo sobre la vacunación, los fondos Covid y los retos que suponía para toda la sociedad española la superación de la pandemia. Pero hubo otro cambio sustancial. Juanma Moreno acababa de llegar a la Junta y presidía un Gobierno de coalición con Ciudadanos además del apoyo parlamentario de Vox. Tal vez por eso, el presidente andaluz se reunió previamente con los portavoces de los grupos parlamentarios para llevar "una postura común" ante Pedro Sánchez. Los partidos pedían "propuestas sensatas", un reparto justo de los Fondos Europeos y ayudas para la transición energética, entre otras cosas. En julio de 2022, Juanma Moreno fue primero a hablar con Sánchez e informó posteriormente, y uno a uno, a los portavoces de los grupos parlamentarios. El mismo formato que va a utilizar ahora tras la reunión de este viernes.

Relaciones bilaterales

Desde que llegó a San Telmo, Juanma Moreno ha procurado liderar a los barones de su partido, con el permiso de Isabel Díaz Ayuso, y ha presentado numerosos requerimientos a Pedro Sánchez para que convoque la Conferencia de Presidentes. Los del PP son una abrumadora mayoría, 14 de las 17 comunidades autónomas de España (a las que hay que sumar las dos ciudades autónomas) por lo que la insistencia de Moreno y las reticencias de Sánchez son evidentes. Claro que también hay que tener en cuenta que el reglamento de este órgano recoge que se deberían reunir una vez al año y la última se celebró el 13 de marzo de 2022 en la Isla de la Palma tras la erupción del volcán.

Pero también ha defendido con insistencia la activación de la mesa bilateral entre el Estado y la Junta de Andalucía que está recogida en el Estatuto. En 2021, el presidente andaluz insistía en La Moncloa en reactivarla, en abrir "un diálogo permanente y constante para tomar las decisiones estratégicas, para fomentar la cogobernanza". Ahora las circunstancias políticas han cambiado sustancialmente y las reclamaciones de Andalucía lo han hecho con ellas. El acuerdo para el concierto fiscal catalán ha cambiado las reglas del juego ante la sorpresa del resto de autonomías y el desconocimiento general de en qué consiste realmente ese cupo catalán, cuándo se aplicará y cómo se podrá cuantificar su repercusión a la caja común.

Sin embargo, hay cosas que permanecen inalterables como la mayoría de las reclamaciones que el Gobierno andaluz presenta ante Pedro Sánchez. En el año 2021, Moreno llevó a la Moncloa una carpeta con 68 reclamaciones y una compensación de 10.835 millones al año por el sistema de financiación autonómico; en 2022, las reclamaciones ascendían a 86 y la deuda había subido hasta 11.000 millones de euros. Este viernes, la carpeta de Juanma Moreno lleva cien reclamaciones y una deuda de 15.000 millones de euros, a razón de 1.500 anuales.