El PSOE de Andalucía prepara el relevo de Espadas sin la oposición de Ferraz
El jiennense Juan Francisco Serrano es, al día de hoy, el candidato con más opciones para el cambio
Los críticos esperan un acuerdo entre el actual secretario general y la dirección federal
Ferraz dejará hacer en Andalucía lo que sus dirigentes y militantes quieran. Después de que la organización haya digerido el congreso federal de Sevilla, Juan Espadas no ha logrado ninguna señal de respaldo desde la dirección socialista, lo que supone la señal definitiva que necesitaban los críticos para intentar su relevo. "No hay nadie en todo el PSOE que no piense que haya que abrir un nuevo período", explica un diputado socialista en el Congreso. De hecho, el sustantivo crítico no refleja bien lo que ocurre en un partido en el que casi se cuentan con los dedos de las dos manos los oficialistas.
La semana próxima habrá varias reuniones para consensuar un candidato y un equipo de campaña, según han explicado varios de ellos a este medio. Al día de hoy, el candidato con más posibilidades es el parlamentario jiennense Juan Francisco Serrano, aunque no se deben descartar otros nombres. Ante el rechazo de Espadas a dar un paso al lado, los críticos le han hecho llegar que confían en que en la reunión que mantendrá la Ejecutiva el martes no vuelva a abroncarles por que eso llevaría a una batalla pública que no conviene al PSOE a las puertas del debate de la comunidad, que se celebrará el miércoles y el jueves en el Parlamento.
Juan Espadas liderará la oposición en el debate de la comunidad que abrirá Juanma Moreno el miércoles. Los críticos han decidido postergar la fecha de presentación de su candidato hasta después de la cita, hasta que el día 20 de diciembre se celebre el comité director que abrirá el calendario de las elecciones primarias para elegir al secretario general. Es probable que este comité, que es el máximo órgano entre congresos, se celebre en Jaén. Las candidaturas se deben presentar la primera semana de enero y el 1 de febrero, si hay más de un candidato, votarían los 40.000 militantes socialistas.
Lo que ha quedado claro en el 41º Congreso Federal es que Espadas carece de apoyos, la mayoría de los dirigentes locales que han sido preguntados por distintos responsables federales han contestado que el relevo es imprescindible, no sólo para las elecciones autonómicas de 2026, sino para la salud del PSOE andaluz en general. Además de estas conversaciones de pasillo, tres direcciones provinciales, las de Cádiz, Córdoba y Jaén, se manifestaron de un modo u otro a favor del relevo, mientras que el secretario de Sevilla, Javier Fernández, abogó por esperar, aunque posteriormente respaldó a Espadas en lo que se ha entendido como un apoyo emocional en tiempos de cuestionamiento.
Espadas aceptó liderar el PSOE para promover la salida de Susana Díaz, que quería volver a ser la candidata en las elecciones. Impulsado por Ferraz, dejó la alcaldía de Sevilla para presentarse a unas primarias que ganó con el respaldo de todo el aparato federal, el resultado electoral no fue bueno, pero se intentó darle una mayor proyección con la portavocía del Senado. También tuvo que cambiar su dirección para relanzarla, tal como le aconsejó Ferraz, pero el resultado organizativo ha sido muy pobre y el nuevo secretario de Organización, Jacinto Viedma, no ha logrado hacerse un hueco en los complejos organigramas del líder andaluz.
A Espadas se le reconoce ese esfuerzo que aceptó realizar, pero al día de hoy casi nadie cree que deba volver a ser el secretario general, más allá del pequeño grupo que tiene en la Ejecutiva, parte de la cual está a favor del cambio. El PSOE tiene ahora 30 parlamentarios en la Cámara autonómica, tres menos de los que obtuvo Susana Díaz.
"Juan se está enrocando, aunque no tiene nada con lo que negociar con Ferraz si nadie le apoya", explica uno de los dirigentes críticos, que como otros temen que el PSOE de Andalucía reproduzca una batalla como la que enfrentó a Susana Díaz con Espadas. No hay temor a las elecciones primarias, pero sí a una batalla pública que deteriore más la imagen del partido. Por eso se ha intentado que se alcance un acuerdo para su salida, aunque éste parece poco probable en estos momentos. La cadena de pronunciamientos a favor del cambio persigue eso, que Espadas entienda que lo mejor sería ser "generoso", tal como aboga una líder provincial andaluza.
Los socialistas han vuelto a la doble fórmula de secretario general y candidato que habían pensado antes del verano. "Lo que toca es elegir al secrertario general, ya se verá después quién es el candidato o si es el mismo u otra", responde uno de los críticos. Juan Francisco Serrano, de 36 años, una de las opciones más reales, es diputado socialista por Jaén, natural de Bedmar, un pueblo de larga tradición socialista, y el secretario adjunto a Santos Cerdán. Es, por tanto, Ferraz, de ahí mucho del cuidado que la dirección federal está teniendo en el proceso andaluz.
Su principal problema es que no es parlamentario autonómico. Hay un grupo de críticos que preferiría, por ello, al malagueño Josele Aguilar, abogado y parlamentario de larga trayectoria. No obstantes, fuentes del PSOE sostiene que Aguilar quiere pelear por la secretaría general de Málaga. No obstante, ninguno de los citados ni de quienes se manejan en las quinielas ha expresado, de momento, su voluntad de presentarse.
Si uno de ellos es elegido líder del partido, el PSOE de Andalucía esperará a resolver la candidatura a las elecciones de 2026 poco antes de que Juanma Moreno las convoque. Para ello se abre más el abanico, porque en muchos son en el partido los que opinan que deberían enfrentar a una candidata al presidente de la Junta. La preferida del PSOE de Andalucía es la vicepresidenta María Jesús Montero, aunque ese futuro depende, directamente, de Pedro Sánchez.
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