Pedro Sánchez elegirá al líder del PSOE de Andalucía en las próximas horas

Los socialistas andaluces sostienen que la candidatura de María Jesús Montero es la única que mostraría la apuesta por recuperar la comunidad

Este martes comienza el plazo para presentar candidaturas a la secretaría general de la federación andaluza

Espadas se resigna al relevo

Pedro Sánchez y María Jesús Montero hablan en el Congreso.
Pedro Sánchez y María Jesús Montero hablan en el Congreso. / Parra/Europa Press

05 de enero 2025 - 06:59

Hacerse un Rajoy. Pedro Sánchez aclarará en las próximas horas el nombre de quien será el nuevo, o nueva, secretario general de su federación más importante, el PSOE de Andalucía. Como ocurrió con Juanma Moreno, pero por distintas circunstancias, sólo el presidente del Gobierno puede pedirle a María Jesús Montero, la favorita, que sea ella quien releve a Juan Espadas. Y será in extremis. El lunes se celebra la Pascua Militar con presencia del Rey y el martes hay reunión del Consejo de Ministros, pero ese mismo día comienza el plazo para presentar las candidaturas al congreso regional que los socialistas andaluces celebrarán el 22 y 23 de febrero en Armilla. Es una cuestión de horas.

Cuando apenas faltaba un día para que concluyese el plazo para presentar las candidaturas para liderar el PP de Andalucía, Mariano Rajoy llamó por teléfono para comunicar que el elegido era Juanma Moreno, por entonces secretario de Estado de Igualdad. José Luis Sanz, el preferido de María Dolores de Cospedal se caía del cartel. A diferencia del PP de 2014, que estaba muy dividido, en el PSOE de Andalucía apenas hay dudas sobre quién debe ser la nueva secretaria general: María Jesús Montero, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, pero su candidatura depende de Pedro Sánchez, la sevillana es una de las piezas claves de su Gobierno.

El próximo martes comienza el plazo para presentar candidatos a la Secretaría General del PSOE de Andalucía, y lo que sostienen en el partido es que Pedro Sánchez apurará hasta el lunes, Día de Reyes, para dar a conocer si, finalmente, Montero será la elegida. En esta ocasión no hay una imposición de Moncloa o de Ferraz a la federación andaluza, pero la elección corresponde a Sánchez porque es el único que puede pedírselo a Montero y el único que está habilitado para introducir cambios en el Gobierno y en la Ejecutiva federal.

Una persona cercana a la vicepresidenta ha explicado a este medio que Montero no podría negarse al encargo del presidente del Gobierno si éste se lo pidiese.

Los candidatos deben presentar sus intenciones entre el 7 y el 10 de enero, después del cual se abre el plazo para recoger los avales necesarios, que deben sumar el 12% de la militancia. Es un porcentaje alto, alrededor de 4.000 firmas a la espera de que se confirme el censo, pero los partidarios de Luis Ángel Hierro van a anunciar un candidato crítico, son pocos y es posible que no reúnen los avales, pero esta candidatura evitaría que la nueva o el nuevo secretario general se proclame de modo automático, como ha ocurrido en Madrid con el ministro Óscar López.

Los socialistas andaluces tampoco mostrarían oposición a que el candidato fuese el diputado jiennense Juanfran Serrano, pero muchos de los consultados opinan que Montero sería la única que haría "creíble" la voluntad del PSOE de recuperar el Gobierno andaluz. La magnitud de la apuesta indicaría al electorado andaluz más leal, el que respaldó a Pedro Sánchez en 2023, que los socialistas quieren regresar a la Junta. No obstante, también se contempla la posibilidad de que haya elecciones generales este mismo año si no hay nuevos Presupuestos Generales, por lo que el PSOE de Andalucía está más necesitado de contar con una dirección potente que con un cartel que enfrentar a Juanma Moreno.

Pero la estrategia de Moncloa parece clara. La ministra de Educación, Pilar Alegría, es la candidata de Pedro Sánchez para competir en las elecciones primarias en Aragón. Otra ministra, Diana Morant, ya es la secretaria general del PSOE en la Comunidad Valenciana, y lo mismo ocurre con Óscar López. La apuesta es máxima, por lo que en Andalucía podría ocurrir lo mismo.

¿Y Juan Espadas? Aunque el actual secretario general no ha anunciado que renuncia a seguir, todos dan por hecho que su candidatura se ha ido disolviendo como un azucarillo. Ni en su propia Ejecutiva regional contaría con los apoyos suficientes para seguir y, si se presentase, sí habría una candidatura crítica potente. Pedro Sánchez aún no ha hablado con quien aún es su portavoz en el Senado, pero se espera que sea en estas últimas horas cuando hablé tanto con el ex alcalde de Sevilla como con María Jesús Montero.

La sensación en el PSOE de Andalucía es que Espadas también dejará el cargo en el Senado, aunque Moncloa puede encargarles otros cometidos. Al ex alcalde sevillano se le reconoce que dejó la Alcaldía para enfrentarse a Susana Díaz, aunque aún contaba con un respaldo serio en la federación.

Su liderazgo comenzó a cuestionarse al tiempo que se convocaba el 41º Congreso Federal del PSOE. Ni los resultados electorales ni su papel en la oposición le ayudaban a enfrentarse a un "trasatlántico" como el de Juanma Moreno, en palabras de un dirigente del PSOE sevillano. Mes tras mes iba perdiendo apoyo entre quienes le apoyaron para enfrentarse a Susana Díaz, aunque fueron en Cádiz donde los críticos dieron el aldabonazo.

Su secretario provincial, Juan Carlos Ruiz Boix, se posicionó de modo claro por el relevo. También lo hizo quien fuese uno de los dos delfines de José Antonio Griñán, el onubense Mario Jiménez, y otro ex portavoz socialista en el Parlamento andaluz, José Caballos, reunió a un notable grupo de anteriores figuras socialistas. Finalmente, los secretarios de Sevilla y de Jaén, Javier Fernández y Francisco Reyes, abrieron en el mismo 41º Congreso Federal sus dudas sobre la continuidad de Espadas, que sólo ha reunido como apoyos reales al presidente del partido, Manuel Pezzi, y a la vicepresidenta del Parlamento Irene García. Más allá de quienes fueran sus apoyos más leales en el Ayuntamiento de Sevilla, Espadas no tiene más respaldos.

Si Montero fuese la elegida, Juanfran Serrano también tendría un importante papel en la dirección, un tándem entre sevillanos y jiennenses. De hecho, la hoja de ruta de Montero no pasa por dejar el Ministerio de Hacienda, sino que tendría que apoyarse en otra persona para resolver el día a día del partido en Andalucía.

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