La nueva PAC y nuestra alimentación
La Voz Invitada
El autor anima a consumir productos cercanos y, si es posible, que sean ecológicos. La ganadería extensiva reclama su sitio en los planes estratégicos
La Agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al sencillo, y la ocupación más noble para todo hombre libre” (Cicerón, siglo I a. C.).
Atrás quedaron las doce campanadas del nuevo año, y las doce uvas que me tomé, que creo provenían de Almería. Es importante la trazabilidad y que sepamos lo que comemos y la procedencia.
“España contará con una PAC más justa, más social y más sostenible”, según el Ministro de Agricultura, el cordobés, Luis Planas. Sin embargo, el informe remitido a Bruselas, no ha contado con el consenso de las CCAA ni de las Organizaciones Agrarias, tras tres años de negociación, y nos consta el esfuerzo del Ministro por llegar a acuerdos más amplios.
El Ministerio de Agricultura envió a Bruselas el Plan Estratégico de España para la reforma de la PAC (2023-2027) que será evaluado por la Comisión Europea. Los fondos de la nueva PAC suponen para España 47.724 millones de un total de 386.000 euros para toda la UE. España con Francia y Alemania son los países que más ayudas reciben de la PAC. En nuestro país se beneficiarán 630.000 agricultores y ganaderos. El 33% de los perceptores serán andaluces, pues Andalucía genera el 36% de la producción final agraria. Según el informe “El sector agrario 2020” de Unicaja, el sector agroalimentario representa el 9% del Valor Añadido Bruto andaluz, el 10% del empleo, con 521.000 trabajadores, y casi un tercio de las exportaciones andaluzas.
Las ayudas de la PAC se distribuyen en dos pilares. El Pilar I, supone el 80% del presupuesto total y aplica las ayudas directas anuales y medidas para corregir algunas disfunciones del mercado. El Pilar II atiende al desarrollo rural, conservación ambiental y prácticas sostenibles.
Novedad de esta reforma: pasar de las 50 regiones productivas de pago que tenía España, y que eran una barbaridad, a las 20 regiones que propone el Ministerio y que han suscitado tensiones con CCAA y Organizaciones Agrarias. Ahora los terrenos de pastos permanentes se engloban en una misma región. Otra novedad es rebajar las diferencias en la percepción, eliminando los “derechos históricos” y fijando un tope máximo para un solo receptor. Sobre el concepto de “agricultor activo o genuino”, la presión de las Organizaciones agrarias andaluzas y de la Consejería de Agricultura propició incluir a unos 50.000 productores pluriactivos, aquellos cuyas rentas no dependen solamente de su actividad agraria o ganadera, y que en Andalucía suponen casi la mitad de los perceptores de ayudas.
En el informe español se incluyen los pequeños agricultores perceptores de menos de 5.000 euros y un programa específico para el olivar tradicional. Otras novedades son los fondos “Next Generation”, el apoyo a los jóvenes agricultores y a la agricultura y ganadería ecológicas, con el programa “De la granja a la mesa” y los “ecoesquemas”, que sustituyen al denominado pago verde que prima proteger el medio ambiente y mitigar los efectos del Cambio Climático.
“Llegan buenos tiempos para los agricultores y ganaderos ecológicos. Vamos a poner mucho dinero sobre la mesa”. Ha dicho recientemente Diego Canga, consejero de la Dirección General de Agricultura Ecológica de la Comisión Europea. En esta nueva PAC, la UE quiere favorecer la conversión de agricultores y ganaderos a sistemas más respetuosos con el medio ambiente. España es líder europeo en cuanto a superficie ecológica, con 2,4 millones de has, y Andalucía supone el 50% del total español. La asignatura pendiente es el consumo de productos ecológicos. Los daneses gastan 344 euros por cabeza y año, mientras que los españoles solo gastamos 54 euros.
En esta reforma, la Fundación Savia ha presionado al Ministerio y al Parlamento Europeo para que se distinga la ganadería extensiva, que pasta en dehesas, y practica la trashumancia, de la ganadería intensiva o industrializada. Savia pide la unificación de los pastos en una sola región y la devolución de los derechos de pago sustraídos a los ganaderos, al aplicar el CAP (Coeficiente de Admisibilidad de Pastos) mediante el Sigpac. Savia pide también el aumento de las ayudas acopladas al ovino y al caprino, y la división entre olivar de montaña y olivar tradicional.
La PAC y la alimentación
Las organizaciones agrarias se manifestaron en protesta por la subida de los costes de producción debido al aumento de la electricidad, el gasóleo y otros insumos; el gasóleo subió más de un 70%; los abonos nitrogenados un 50%; el pienso un 30% y las semillas un 20%. Las OPAS exigen a Bruselas control sobre la importación de frutas y hortalizas de terceros países. El sector arrocero de Sevilla (36.500 has, el 33% de la superficie nacional), pide igualdad de pagos con el resto de regadíos. El sector de aceituna de mesa aplaude que la OMC haya declarado ilegales los aranceles (30-44%) de EEUU, a nuestras aceitunas.
Ante la subida del precio de los alimentos, buena noticia es la reforma de la Ley de la cadena alimentaria aprobada en diciembre, que refuerza a los productores para que reciban precios justos y exigirá transparencia en precios y costes de producción.
Para evitar el despoblamiento, es necesario proteger a los agricultores, ganaderos y pescadores, pues sin ellos, no podríamos alimentarnos. Dejar en manos de terceros nuestra alimentación sería suicida.
Compremos productos cercanos, si es posible ecológicos, para que los productores puedan vivir dignamente y nosotros, los consumidores, podamos seguir disfrutando del medio ambiente rural, tan amenazado.
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