Tribuna Económica
Carmen Pérez
Aranceles a la vista
Balance del año hidrológico en la Cuenca del Guadalquivir
Ante la ausencia de precipitaciones significativas durante el mes de septiembre y dado que continúan las necesidades de riego, el Comité Permanente de la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha ampliado la campaña de riego hasta el 15 de octubre, medida que afecta a aquellas comunidades de regantes que no hayan consumido las dotaciones aprobadas, siempre que técnicamente sea posible por la cercanía de las zonas regables a los correspondientes embalses.
Se atiende así a la petición de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) pues su presidente, José Manuel Cepeda, había trasladado a la directora técnica de la CHG, Nuria Jiménez, la necesidad de prolongar los riegos durante el mes de octubre.
Feragua entiende que la finalización de la temporada de riego el 30 de septiembre “es algo que ya no se adapta a los cultivos actuales y sería deseable que el propio concepto de temporada de riego se extendiera hasta final de año, para estar más acorde con las necesidades de cultivos tan importantes como el olivar, los cítricos y los frutales, que necesitan cubrir sus necesidades hídricas otoñales”.
Agregan los regantes que “este año, cuando además a final de septiembre no habremos consumido los 1.100 hectómetros cúbicos aprobados es propicio para que cambiemos al concepto de temporada de riego anual, sin aumentar los desembalses acordados”. Aparte de esta prórroga, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir considera que la campaña de riego se ha desarrollado con total normalidad, “cumpliéndose los acuerdos que se habían aprobado en la Comisión de Desembalse celebrada el pasado 4 de mayo”. Según sus datos, desde el 1 de mayo hasta el 30 de septiembre se han desembalsado del Sistema de Regulación General 1.001 hectómetros cúbicos, volumen sensiblemente inferior al máximo autorizado en la Comisión de Desembalse, que se quedó en 1.100 hectómetros cúbicos.
Por su lado, la Consejería de Agricultura ha dado a conocer la última convocatoria de ayudas a las comunidades regantes, que podrán disponer de 38,05 millones de euros, una cifra que es superior a lo previsto. Las subvenciones, inicialmente presupuestadas eran de 24 millones y, explica la Consejería, que ha sido ampliadas para atender a todas las solicitudes que cumplan los requisitos. Estos fondos servirán para apoyar unas inversiones totales de 55,4 millones de euros en proyectos de modernización promovidos por 18 comunidades y más de 9.000 agricultores.
Las ayudas se concederán en régimen de concurrencia competitiva y cubrirán el 60% del gasto total en obras de modernización de infraestructuras colectivas de riego, mejora energética y ahorro de agua, con una consideración especial para los proyectos promovidos por mujeres y personas en situación de desventaja social. En los casos de mayores ahorros de agua y de zonas económicamente desfavorecidas, la cobertura puede llegar hasta el 80% de las inversiones.
Esta línea de apoyo a las comunidades forma parte de los más de 100 millones previstos hasta 2020 para el regadío andaluz, en el marco del vigente Programa de Desarrollo Rural y se suma a las que ya están en marcha para modernización y creación en zonas declaradas de interés general, autoproducción y autoconsumo eléctrico, y mejora de instalaciones, equipos y maquinaria. Los incentivos, con una financiación europea del 75%, asegurarán en su conjunto la viabilidad de entre 20.000 y 30.000 hectáreas de cultivos.
El regadío suma en Andalucía 1,17 millones de hectáreas, una cuarta parte del total nacional, lo que supone el 32,3% de la superficie cultivada en la comunidad. Sus cultivos generan el 63% del empleo agrario, más de 192.000 personas, aportan el 64% de la Producción Final Agraria y generan el 40% de las ayudas de la Política Agrícola Común.
La Consejería de Agricultura resalta que las zonas regables de la comunidad autónoma han duplicado su superficie durante las dos últimas décadas, en un proceso que ha tenido especial significación en las zonas más dinámicas y de mayor potencial exportador de la agricultura andaluza, como los invernaderos de Almería, los cultivos de fresa y cítrico de Huelva y el olivar jiennense.
Durante este periodo, la Junta y las comunidades de regantes han desarrollado proyectos de ahorro de agua y energía en más de medio millón de hectáreas, con unas inversiones conjuntas superiores a los 1.657 millones de euros.
Los proyectos de modernización desarrollados han permitido sustituir casi la mitad de todo el riego en superficie por sistemas de aspersión y localizados, más eficientes en el uso del agua. Como consecuencia, los regantes andaluces utilizan ahora un 25% menos de agua y pueden atender un 36% más de superficie.
En cuanto al balance del año hidrológico, los embalses de la cuenca hidrográfica del Guadalquivir han terminado al 52,0% de su capacidad, con más de 4.221 hectómetros cúbicos de agua almacenada, según los datos ofrecidos la pasada semana por la CHG.
La reserva de agua embalsada respecto al final del año hidrológico 2016-2017 ha aumentado en 1.589 hectómetros cúbicos, lo que supone un aumento del 19,6% respecto a la capacidad de embalse. La situación general en la cuenca es de normalidad de cara a garantizar la atención de las demandas de agua para el abastecimiento urbano y el riego a medio plazo. De hecho, los embalses acumulan un 4% más de agua respecto a la media de los últimos 25 años en esta misma fecha.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir informa de que el año hidrológico 2017-2018 ha sido más lluvioso de lo normal, rompiéndose así la tendencia de los últimos cuatro años en los que las precipitaciones en la cuenca del Guadalquivir habían sido inferiores a su media histórica. La precipitación media en los embalses de la cuenca ha sido 706 litros por metro cuadrado, un 21% superior a la media de los veinticinco años anteriores, situada en 584 litros por metro cuadrado. Al comparar el año hidrológico que acaba de finalizar con el anterior 2016-2017, la CHG concluye que las precipitaciones medidas en los embalses de la cuenca han sido un 41% superior.
Aunque los primeros meses del año hidrológico, que comprende de octubre a febrero, fueron muy secos, marzo fue excepcionalmente lluvioso, registrándose 300 litros por metro cuadrado de pluviometría media en la cuenca, lo que supone un máximo para este mes en la serie histórica de los últimos cuarenta años.
La distribución espacial de las precipitaciones ha sido relativamente homogénea y, en general, en todas las provincias de la cuenca ha llovido más que la media, registrándose los valores más altos, superiores a los 1.100 litros por metro cuadrado, en la cabecera del río Guadalquivir, en la zona del embalses de El Tranco de Beas y Aguascebas, así como en el sur de la provincia de Jaén, por el embalse del Quiebrajano.
En cuanto a episodios de inundaciones o afecciones por avenidas extraordinarias, las únicas de cierta magnitud y extensión registradas en la campaña 2017-2018 tuvieron lugar durante el mes de marzo debido a las abundantes e intensas lluvias de ese mes y se localizaron principalmente en la cuenca del río Genil.
También se han registrado algunos episodios de inundaciones muy localizadas, originadas principalmente por fenómenos tormentosos, que han afectado a diversas poblaciones, siendo las más relevantes las sufridas por Guadix, Beas de Segura y Riofrío.
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