Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
La financiación autonómica, ¿Guadiana o Rubicón?
Entrevista al presidente de Coexphal
El grupo Coexphal tiene a 306 personas en plantilla, que dan servicios a 101 empresas productoras y comercializadoras de frutas y hortalizas y del sector ornamental de Almería, e incluso a otras cientos de empresas nacionales e internacionales. Tiene una representatividad a nivel provincial del 70% en exportación, el 65% en producción hortofrutícola y un 77% en producción ornamental. Su presidente asegura que siguen creciendo.
–Lleva unos dos años como presidente de Coexphal ¿qué es lo que ha cambiado desde su llegada?
–Sí, llevo ya dos años. Mi trabajo ha sido, fundamentalmente, continuista, pero impulsando la unión del sector y estrechando la relación con el resto de asociaciones y organizaciones de productores y comercializadores de España. Todos mis predecesores en la presidencia han aportado su granito de arena en el proyecto conjunto de la Asociación que el año que viene cumple 45 años, es una de las asociaciones más longevas de España. Lo que destacaría de estos dos años en la presidencia es la crisis de precios y la subida de costes que estamos soportando en el sector hortofrutícola en este tiempo. Todo el sector unido debemos remar juntos para defender y mantener vivo nuestro medio de vida. Durante la pandemia fuimos ensalzados como un sector estratégico por el trabajo que hicimos de abastecimiento de frutas y hortalizas mientras la población estaba confinada y cuando se ha terminado todo, volvemos a ser un sector olvidado por parte de la Administración. Necesitamos que la Administración atienda nuestras peticiones y oiga nuestros problemas porque se están quedando muchos productores y empresas comercializadoras por el camino.
–¿Cuáles son sus retos o propuestas a medio plazo?
–Uno de los temas que más preocupa en la agricultura en general y al sector hortofrutícola en particular es la competitividad. Vemos que los precios están prácticamente paralizados desde hace años y los costes van subiendo. Actualmente estamos asistiendo a una subida de los costes que no podemos asumir y necesitamos trasladarlo al precio final del producto pero trabajando en la eficiencia de la cadena de valor. La promoción es otro desafío que tenemos que afrontar a corto plazo. Cada campaña, incluso cada mes se publican “fake news” sobre nuestro campo, nuestros productores y nuestros productos. Quieren venir a Almería a especular con el bienestar social y salarial de los trabajadores del campo almeriense, y nada más lejos de la realidad. Nosotros tenemos que promocionar nuestros productos y los métodos de producción, y la cantidad de mano obra que genera nuestra actividad. Por esta razón hemos puesto en marcha varias campañas informativas y de promoción para dar a conocer la realidad de nuestro sector.
–¿Se entendería la economía almeriense sin Coexphal?
–La economía almeriense no se entendería sin el sector hortofrutícola. Es una de las actividades fundamentales que equilibra la balanza de pagos de la Comunidad Autónoma por su vocación exportadora. Coexphal, como representante del sector hortofrutícola, ha sido una herramienta fundamental en su desarrollo. Con el paso del tiempo, 45 años ya, Coexphal se ha convertido en una asociación referente a nivel provincial y nacional.
–¿Qué servicios son los que más demandan sus asociados?
–Pues casi todos los servicios son demandados, pero destacaría gestión de Ayudas, Análisis de muestras, Formación, Inteligencia de Mercados, I+D+i, Prevención de Riesgos Laborales, Certificación, Ingeniería, Técnicas de Producción, … pero casi todos los servicios que ofrece la asociación son demandados.
–¿En qué nuevos proyectos están ahora trabajando?
–Destacaría los trabajos que estamos realizando con la interprofesional andaluza para disponer de una extensión de norma que mejore la calidad de productos en los mercados, los trabajos para conseguir un plan estratégico (Perte) para acceder a más fondos de recuperación (Next Generation), trabajando en implantación de memorias de sostenibilidad también a nivel sectorial. También estamos trabajando junto con Fepex y Cooperativas para conseguir que el Pepac (Plan Estratégico de la PAC en España) incluya ayudas de pago directo para las explotaciones hortofrutícolas y puedan acceder al cobro por implantación de los famosos ecoesquemas. Además, estamos presionando para que el sector de la planta ornamental y flor cortada tenga su plan sectorial basado en Programas Operativos y estamos impulsando proyectos de comunicación para incrementar el consumo de la fruta y hortaliza en Europa.
–En cuanto al sector, sigue amenazado por cuestiones como la entrada de producto de terceros países, como en el caso del tomate ¿qué se puede hacer?
–Tenemos que luchar con productos de otras zonas de fuera de Europa cuyos costes son muchos menores, hasta 10 veces en costes laborales. Ante este escenario tenemos que trabajar para ser lo más competitivos posible y seguir siendo una agricultura no subsidiaria tan necesaria en la economía española. Disponemos de herramientas, como la digitalización, que nos va a permitir incrementar los rendimientos de nuestros invernaderos, ofertar más variedades en línea con la demanda de nuestros clientes, productos con sabor, tenemos mucha formación y muchos técnicos. En definitiva, la profesionalidad de nuestros agricultores y la continua incorporación de tecnología a nuestro sector debe permitirnos mantener la competitividad si se sigue trabajando duro. Tenemos que comunicar también, la seguridad alimentaria de nuestros productos en detrimento de los productos de terceros países que dan alertas sanitarias todas las semanas.
–En innovación siguen trabajando en el control biológico de los cultivos ¿qué grado de implantación tienen estas técnicas entre los socios?
–Los productores de las empresas de Coexphal fueron los primeros en implantar la producción integrada y el control biológico en sus explotaciones. Fuimos pioneros en este terreno. Actualmente, el 100 % de los productores de pimiento tiene implantado control biológico de plagas en sus fincas. En tomate, la implantación es de un 60%, aproximadamente y creciendo. Además de tener más del 10% de la producción certificada como ecológica.
–¿Y el agua, cómo gestionan este recurso?
–Si no tenemos agua no tenemos nada. Años tras años estamos en una situación límite con nuestros recursos hídricos y hace falta afrontar seriamente este reto para garantizar la viabilidad del sector. Los productores deben tener agua suficiente, de calidad y legal para cultivar a un precio asequible.
También te puede interesar
Lo último
Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
La financiación autonómica, ¿Guadiana o Rubicón?
La tribuna
Voto de pobreza
Brindis al sol
Alberto González Troyano
Retorno de Páramo
No hay comentarios